Las inundaciones urbanas son un problema muy común en la mayor parte de nuestras ciudades. Algunas se manifiestan de un grado que va de muy intenso a moderado, pero ¿por qué se inundan las ciudades?
La respuesta va más allá de los habituales percances o descuidos que tenemos. Las grandes ciudades de todo el mundo se inundan por la impermeabilidad del suelo aunado al crecimiento descontrolado de la ciudad, el poco o nulo estudio sobre los mantos acuíferos, el poco presupuesto que designan los gobiernos para proveer de una infraestructura de drenaje correcta y funcional y finalmente están los factores climáticos y sociales.
El catedrático Manuel Gómez Valentín, de la Universidad Politécnica de Cataluña, nos explica textualmente lo siguiente: más de la mitad de la población del mundo vive en entornos urbanos, y cada vez hay ciudades más grandes y el porcentaje de impermeabilidad es mayor.
“Independientemente de las dificultades que puedan acarrear los cambios climáticos, el mayor problema es el aumento de la impermeabilidad del suelo. Si éste es más impermeable, va a generar más agua y, por lo tanto, mayores inundaciones”.
Sin embargo, hay otro factor importante que la mayoría de los expertos deja a un lado o simplemente no lo menciona, creo yo, por falta de difusión. Este factor es el poco porcentaje de áreas verdes, como parques o simplemente pequeños espacios con vegetación.
La importancia de que los centros urbanos cuenten con un porcentaje adecuado para el bienestar común es de suma importancia al momento de presentarse problemas meteorológicos complicados. Acorde a la Organización Mundial de la Salud (OMS), se requieren de al menos 16 metros cuadrados de áreas verdes por habitante para garantizar su bienestar. Actualmente, en las ciudades, se tienen cinco metros cuadrados, lo que está muy por debajo de lo recomendado.
En Cuernavaca, al 2020 (según el Inegi) hay 378mil 476 habitantes en una superficie de 151 kilómetros cuadrados aproximadamente, es decir que, si contamos con el rango mínimo recomendado de 16 metros cuadrados por habitante (OMS), Cuernavaca necesitaría de al menos 6.05 kilómetros cuadrados de superficie verde. Simple, si se logra el acometido estoy seguro que las inundaciones de nuestra ciudad se reducirían al 50 por ciento y esto aunado a que sería una ciudad verde, amigable con el medio ambiente y con una calidad de vida excepcional. Ahora ya conocemos la respuesta al problema que tenemos cada