“Me gustaría tener un lugar para yo poder sembrar y cultivar plantas, pero por el momento las compro para revender” relató Andrea Domínguez Aguirre, quien se dedica a la venta de flor de nochebuena en el poblado de Chamilpa de Cuernavaca.
“La noche buena es una flor muy bonita, pero también es bien complicado cuidarlas. Yo creo que por eso sube el precio cada año, aparte de que ya hay mucha gente que vende”.
La mujer dijo que viaja a los municipios del sur a conseguir mejor precio y calidad: “antes compraba por aquí cerquitas porque no conocía muy bien el negocio, pero conforme pasaron los años fui conociendo a gente que tiene viveros y me ofrecían muchas plantas para que yo las pudiera vender aquí. Estás nochebuenas las traigo de Cuautla y de Jojutla, que es donde hay más variedad para que no traiga solo de una, y me conviene porque como compramos varias nos dan buen precio”.
“Siempre se vende bien en esta temporada porque la gente la busca mucho para adornar o luego han venido por varias para centros de mesa en las fiestas. Ahora buscan mucho las de color, aunque las tradicionales son las rojas, la gente ahora prefiere comprar diferentes” apuntó.
La comerciante dijo que, pese a la pandemia, la venta de la flor no bajo: “es tradición que compren aunque sea una flor. El año pasado nos fue bien, aunque estábamos atravesando por situaciones muy feas. La gente no deja pasar las tradiciones. Este año vamos bien con las ventas, para mediados de diciembre espero tener muy pocas macetas”.
Y asegura que no le teme a la competencia: “Para todos hay, no veo como competencia a los otros puestos, al contrario que bueno que estén buscando la forma de salir adelante. La planta es muy noble y nos da para todos, el precio que yo manejo es de 20 pesos, es un precio accesible para todos” remató Andrea Domínguez.