Niega el servicio a quien no lleve puesto el cubrebocas.
Julián Castro, quien trabaja como chofer de taxi, asegura que ocho de sus colegas fallecieron de covid-19, porque brindaron el servicio de transporte a personas enfermas que abordaron en las calles y otros más que salieron de los hospitales.
“En el sitio de taxis murieron ocho compañeros que trabajaron en los meses más fuertes de pandemia y otros más se contagiaron, pero se salvaron. Desafortunadamente la gente no habla, no dice ‘estoy contagiada o estoy enferma’ y salen como si nada les pasara, y nos ponen en riesgo”, expresó el entrevistado.
El sitio de taxis en el cual labora desde hace seis años -dijo- presta el servicio de transporte en los hospitales y cuando empezó la pandemia le tocó trasladar no solo a los trabajadores de los nosocomios sino a la población en general.
“Varios (de los clientes) sabían que estaban enfermos y así salían a la calle. Yo me enteraba que estaban contagiados porque escuchaba que se comunicaban con sus familiares para darles la noticia, pero antes de subir al taxi no nos alertaban”.
Afortunadamente -señaló el chofer- sus cuidados de higiene sirvieron en su jornada laboral y no se contagió, pero su esposa sí se infectó con el coronavirus, por lo que dejó de trabajar unos días para estar al pendiente de ella.
Por lo anterior, indicó, niega el servicio a personas que no llevan puesto el cubrebocas, para evitar un contagio.
De su labor como taxista aseguró que a diferencia del año pasado, cuando con mucho esfuerzo podía realizar de dos a tres viajes, en la actualidad hay más movimiento en las calles, lo cual le ha permitido realizar hasta diez viajes en una jornada de ocho horas.