La presente “cuesta de enero” es más difícil que la de otros años, opina Marcela.
“Todos los eneros siempre nos pasa igual, la gente ya está gastada por lo que pasó en diciembre y los reyes magos, pero ahora se siente más, como estamos en pandemia todo afecta más de lo normal”, se quejó Marcela Gutiérrez Ruiz, quien se dedica a la venta de comida cerca del hospital del IMSS en Plan de Ayala.
La comerciante afirmó que tiene miedo de que vuelvan a cerrar los negocios por la alta ola de contagios, pues “ya hay mucha gente en las calles que no se cuida. Nosotros vendemos afuera del Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS) y todo el día salen las ambulancias y regresa con personas enfermas. No entendemos como sociedad, mucha veces nos quitamos el cubrebocas y no tenemos cuidado en el aseo personal y si vuelven a cerrar nos la vamos a ver muy difícil”.
Gutiérrez Ruiz dijo que este año han subido de precio los productos con los que prepara su comida: “También todo está subiendo, los tomates están muy caros, la tortilla a veces baja y otras veces sube. Los refrescos ya subieron bastante y la gente prefiere traer agua de su casa o trabajo y dejar de comprar refresco”.
“Ya no podemos darnos el lujo de contratar a gente que nos venga a ayudar para atender a los clientes o que se pongan a cocinar, ya que apenas sale para pagar la luz y la renta del lugar y es más cansado para mí porque tengo que estar desde las siete de la mañana hasta las ocho o nueve de la noche”, apuntó.
Pero a pesar de las quejas, la entrevistada expresó su gratitud a la clientela: “primero que nada les quiero agradecer a las personas que vienen a comer aquí, gracias a ellas nosotros podemos trabajar y tener algo de dinero. También quiero pedirles que se cuiden y que no tomen las cosas como un juego, porque a todos nos va a afectar si vuelven a cerrar”.