“Estoy convencido que a través de la lectura se pueden construir mundos imaginables y reducir la brecha de desigualdad social, pues el libro permite imaginar utopías realizables”
ROBERTO DE LA PAZ ROMÁN
El 12 de noviembre se realizó en Cuernavaca la Caminata por la Lectura, que logró reunir a más de 100 niños y niñas, padres y madres y uno que otro profesor, que tuvo como finalidad el fomento a la lectura.
El evento organizado por el profesor Roberto de la Paz Román fue un éxito; sin embargo, él como organizador y los asistentes marcharon sin permiso, y con el riesgo de que los desalojaran.
Según consta en un documento sellado de recibido el 10 de noviembre de 2021, Roberto de la Paz solicitó a Carlos Haydee Zaragoza, subsecretario de Gestión Política del Ayuntamiento Municipal de Cuernavaca, permiso para realizar la caminata por la lectura en el primer cuadro de Cuernavaca, pero cuando fue atendido en la oficina municipal una empleada le dijo que, por órdenes del titular, si quería hacer su evento (infantil sin fines de lucro, a favor del desarrollo cultural infantil y en el marco del Día del Libro) tenía que pagar mil 750 pesos.
“No le pagué nada porque no me mostró dónde ordenaba que debía yo pagar esa cantidad y decidí tomar las calles con los niños, en ejercicio de mi libertad de tránsito y de expresión”, relata el profesor lector.
Esta manera de obstaculizar actividades de fomento a la lectura es una entre muchas, para que la gente se abstenga.
Desde que comenzó el covid-19 cerraron las bibliotecas y salas de lecturas, y no sólo eso, despidieron a quienes atendían; se podría justificar, pero se hubieran creado otros modos de acercar al público a la lectura de libros digitales, por ejemplo, como una política del gobierno municipal, pero no sucedió así; los propios directores de las bibliotecas y encargados tuvieron que ingeniárselas, de manera individual, para continuar dando el servicio.
En varios municipios no existen bibliotecas o no funcionan, lo que demuestra el interés que las autoridades tienen por el fomento a la lectura, explicó Roberto de la Paz Román, quien imparte clases en educación básica y desde hace algunos años es promotor de fomento a la lectura entre la comunidad estudiantil y entre personas de la sociedad civil.
Las dificultades de formar lectores
Sobre la manera de acercar a las personas a la lectura dijo que ocurre por imitación: si los niños nos ven corriendo van a correr, si no hacemos ejercicio ellos no lo van a hacer; sucede también con los libros y la lectura.
Si este acercamiento ocurre en la escuela, es algo difícil cuando en casa no hay esa costumbre.
En el programa de educación básica la lectura no es el eje rector, es un complemento, la lectura se da como un ente formativo.
Con los infantes tenemos que buscar que les guste la lectura: queremos lograr que disfruten todas las verduras, pero lo único que tenemos son tomates, y además en casa les han dicho que los tomates saben horrible. Ahí estamos ya sin ningún elemento.
Debemos acercar los libros a los que van a iniciar en la lectura, pero si no tenemos los libros no podemos acercarlos.
Una sugerencia sería invitarlos a leer textos cortos, amenos; por ejemplo, a las fábulas, como las de Augusto Monterroso.
Algunas editoriales, como Alfaguara o el Fondo de Cultura Económica, han lanzado y continúan editando libros de extensión corta, a precios accesibles, con la finalidad de ponerlos al alcance del lector.
Los libros y Peñanieto
Después de la superbatida del ex presidente de México Enrique Peña Nieto en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, Jalisco, cuando aún era candidato a la presidencia, en el año 2011, se hizo necesario preguntar al profesor Roberto: ¿Cuál es el libro que ha marcado tu vida?
La vuelta al mundo en ochenta días. Tenía un vecino, su papá poseía una megabibioteca. Un día me invitó a su casa y a la biblioteca, yo quedé sorprendido y dije: “¡Cuántos libros!”, entonces él tomó el primer libro que tenía a la mano: “Ten, te lo regalo, al fin tengo un chingo”, y me dio el de Julio Verne.
Lo leí en casa y quedé prendido de esa historia; hay muchos pasajes ahí, una de las más sorprendentes ocurre cuando parten del puerto de Nueva York a Londres. La máquina se detiene faltándoles un tramo para llegar, no puede avanzar porque se acabó el carbón. Entonces le dice: “Véndame su barco”, a lo que responde: “¿Cómo te voy a vender mi barco?”, “Véndamelo como está y se queda con todo el acero”, le vuelve a ofrecer, y acepta. Una vez que le paga la cantidad, ordena quemar todo lo que sea de madera, para producir carbón. Entonces van cortando el barco, mientras éste avanza. Y lograron llegar al puerto.
Juan Gabriel y la lectura
Cuando al compositor y cantante Juan Gabriel le preguntaron qué libros leía para inspirarse, respondió que no leía porque no quería que lo influenciaran al componer sus canciones.
Sobre esta anécdota del Divo de Juárez, De la Paz comentó:
Benito Taibo, refirió que primero se dedicó a leer lo que tenía que leer y después se dedicó a escribir, dijo el profesor Roberto de la Paz.
Una persona normal, que es un libro de Benito Taibo, es muy bueno para inducir a la lectura: un muchacho queda huérfano y se va a vivir con su tío que es bibliófilo, y entonces el tío lo va acercando al maravilloso mundo de la lectura.
Como Juan Gabriel, hay escritores que no necesitaron leer a nadie y se les fue dando su propio talento, talento innato, le llaman.
¿Es lo mismo leer a Edgar Alan Poe que a Paulo Coelho?
“En los libros de texto gratuito vienen tres textos de Alan Poe: El Cuervo, Los crímenes de la calle Morgue y El corazón delator; de Paulo Coelho no viene ninguno. Alan Poe tiene muchos años de muerto y su obra continúa, habrá que ver si los libros de Coelho continúan después de muchos años.
La lectura es como la comida, hay muchas opciones, hay mucha comida buena y mucha chatarra”.
Aumentan los lectores
Hace cinco o diez años pensamos que la batalla del libro físico se había perdido por la incursión de los medios digitales.
Se hablaba de los libros electrónicos, que los libros físicos habían caído más todavía con la pandemia del coronavirus, pero no fue así. Si bien nos tuvimos que aislar del libro físico que están en las bibliotecas, nos acercamos a los archivos digitales y la lectura de estos formatos aumentó.
De acuerdo con el Módulo sobre lectura de febrero 2021 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de una muestra de dos mil 336 viviendas encuestadas, 71.6 porciento de la población de 18 años y más que saben leer y escribir un recado declaró leer alguno de los materiales como libros, revistas, periódicos, historietas y páginas de Internet, foros o blogs.
La población adulta declaró leer más libros comparando con levantamientos anteriores. El promedio de libros que leyó en los últimos doce meses fue de 3.7 ejemplares (en 2019 fue de 3.3 y en 2020 de 3.4); 42.6% declaró que el motivo principal para leerlos es por entretenimiento.
La población alfabeta lectora de revistas y periódicos disminuyó en comparación con los levantamientos anteriores, mientras que la población lectora de historietas y páginas de Internet foros o blogs se incrementó en comparación con años anteriores.
Joaquín Sabina en un video que publicó al inicio de la pandemia dijo que era un hombre muy miedoso, le daba mucho miedo estar solo, sin embargo, se enclaustró en su casa y se hizo acompañar por sus libros.
El libro podría ser un artículo de lujo, frente a ello surge la alternativa de acceder a ellos por medio de los dispositivos electrónicos. La lectura de formatos digitales va en aumento.
Cuántos libros has leído
De diez años para acá tengo como meta leer de tres a cuatro libros, que al menos tengan 250 páginas, por mes, así que creo haber rebasado los 500.
He tenido años flojos donde sólo he leído 36 ejemplares. Durante el año de la pandemia sólo 22; creí que durante la pandemia y en encierro podía leer más, pero fue contradictorio.
El año pasado leí 40.
Los diez derechos del lector
El profesor Roberto citó a Daniel Pennac y el decálogo del lector:
- El derecho a no leer; 2. El derecho a saltarse páginas.; 3. El derecho a no terminar un libro; 4. El derecho a releer; 5. El derecho a leer cualquier cosa; 6. El derecho a leer lo que me gusta; 7 El derecho a leer en cualquier parte; 8. El derecho a “picotear”; 9. El derecho a leer en voz alta, y 10. El derecho a guardar silencio.
Para De la Paz Román leer un libro que requiere complejidad es un reto:
“Hay libro tortuosos, por ejemplo, Álgebra de Baldor, es el que más trabajo me costó; pero aprendí álgebra.
Leer es el camino
De la Paz relató que la frase “Leer es el camino”, que es su firma y por la cual muchas personas lo conocen, surgió en el sur de Morelos. Reunido con niñas, niños con padres de familia, con maestros, hablábamos de la importancia de la lectura, y entonces salió el dicho: “arrieros somos y en el camino andamos”, que pasó a ser: “lectores somos y en el camino andamos”. “Hicimos varias actividades en la comunidad, en las calles, leyendo en voz alta y entonces me preguntó un padre de familia: ‘¿Oiga, por aquí es el camino? Sí, leer es el camino’. A partir de ahí concebi la idea de que todo andar que nos lleve al aprendizaje en la vida cultural, en la vida social, tiene que ver con la lectura. Esto pasó como en 2013”.
Leyendo y caminando
En la Escuela Primaria ‘Niños Héroes’, ubicada en la colonia Plan de Ayala, de Cuernavaca, Morelos, Roberto de la Paz impulsó los círculos de lectura; ahora desde la pandemia por covid-19 y la etapa de confinamiento migró a plataformas de internet.
Todos los miércoles, por medio de su página personal en Facebook (De la Paz Roberto), realiza una actividad de lectura virtual escolar en la que presenta textos que contienen los libros que proporciona la Secretaría de Educación Pública (SEP). Además, por WhatsApp envía a sus compañeros docentes textos con actividades de recreación lectora.
“Por medio de una actividad denominada ‘Libros al Vuelo’, he enviado decenas de ejemplares a niños y adultos con el propósito de que sigan leyendo en este tiempo” e impulsa un canal de YouTube que lleva su nombre, donde los videos abordan la lectura virtual infantil, presenta textos y comparte títulos digitales.
Lector desde infante, sureño de nacimiento y residencia, impulsa acciones lectoras desde la ciudad en Cuernavaca, Morelos. Ocasionalmente escribe y tiene un texto publicado en el libro “Líneas y Trazos en torno al Caudillo del Sur” en el centenario luctuoso de Emiliano Zapata, publicado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México en 2019.