No todo es pleitos y berrinches en el mapa editorial mexicano. Al ser un ámbito poco regulado y un fenómeno bastante libre, hay muchas cosas por hacer aún. La independencia del pensamiento nacional (digamos la verdadera libertad de expresión) tiene pocas décadas en función. Para nadie es sorpresa que antes la mayoría de los escritores estaban controlados por el gobierno… y que aún hay artistas maiciados y obedientes (cuando no católicos, apostólicos y remalos). No seguiré con mis herejías [calma, Zetina, los libros son cosa seria], sino que haré una de mis conocidas listas, arbitrarias y subjetivas, por supuesto, porque, al final de cuentas, el lector (más sabio que uno) tiene la última palabra.

Algunas ventajas del estado actual de la edición de libros en México

1. La Caniem ofrece buenos cursos para agremiados y público en general: no hay pretexto, puede usted aprender y dejar de quejarse.
2. El Fondo de Cultura Económica admite practicantes, recibe originales para dictamen y hasta puedes hacer una prueba para trabajar de free lance.
3. Educal exhibe libros sin dictamen ni orden, y, aunque podría mejorar, esto permite que, por casualidad, algunos buenos libros lleguen a manos de mejores lectores.
4. La Secretaría de Cultura federal tiene buenas intenciones, como el Programa Nacional de Salas de Lectura, que el sexenio pasado duplicó su número; además, contrata derechos de algunos autores y publica ciertos libros que regala a quien extienda la mano en la oficina adecuada.
5. La Agencia ISBN no le da lata a nadie de ningún modo y por ninguna forma.
6. El Indautor hace su chamba y tiene a uno de los mejores especialistas en derechos de autor, Jesús Parets, que además suele compartir sus conocimientos.
7. La SEP fomenta la lectura en bibliotecas de aula y escolares, que no había cuando yo era peque; he conocido lectores que comenzaron su carrera en dichas opciones.
8. Conacyt forma lectores e investigadores de los temas aquí expuestos, y aunque es un tema árido, por lo mismo hay mucho que investigar y publicar, gracias.
9. Las encuestas de lectura y otros subtemas relacionados con la industria editorial nos ofrecen información, que, bien filtrada, puede ayudarnos a mejorar (no es choro).
10. La Ley del Libro… bueno, debería mejorar.
11. Las editoriales comerciales publican libros random, de lo más leídos, que a veces hacen escuela y otras son solo un boom, pero que pueblan las librerías de novedades.
12. Hay concursos (que no siempre salen bien, pero bueno), por los que llegan nuevos títulos al mercado, en especial de autores antes desconocidos.
13. Las distribuidoras hacen lo que pueden y por ahí hay algunos esfuerzos dignos, búsquelos.
14. No hay ningún tipo de acuerdo de criterios editoriales en México: están por construirse: esto significa una mayor libertad creativa.
15. También carecemos de una tradición literaria real, ni hablar.
16. No existe una crítica literaria estable: entonces, el lector es la medida de todas las cosas.
17. Los funcionarios editoriales duran poco en el cargo, así que ciertas visiones medrosas sobre los libros no perduran.
18. Los editores independientes son la ley en muchos ámbitos del mercado: están presentes como nadie en ferias, plazas, foros, redes sociales y ventas en escuelas; mis respetos, son unos campeones.
19. La UAEM aún ofrece la Maestría en Producción Editorial (que yo estudié), y aunque sé que ha sido mal dirigida en los últimos años, aún me parece una buena opción. También la UAM tiene la suya.
20. Hay muchas revistas literarias (a diferencia de mi prehistórica adolescencia), donde autores y lectores se prueban y comienzan sus romances.
21. Dicho de otro modo: a río editorial revuelto, ganancia de escritores pescadores.
22. Dicho en broma: puedes hacer lo que quieras, a nadie le importa, el cielo es el límite, rey.
23. Dicho en serio: en México el terreno editorial y el literario son fértiles para proponer y hacer, inventar y reinventarse, vender y enseñar.
24. Resumen: en México gozamos de una gran libertad creativa, podemos aprovecharla o no, eso ya es decisión propia.

No intento ser optimista, quizás solo un poco más objetivo, pues me extrañan los comentarios que a diario escucho de autores o editores, de una gran inocencia, cuando suponen que México es el último lugar mundial en edición. Gracias.

Informes: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

#danielzetina #unescritorenproblemas #ediciónenmóxico #maestriaenproduccioneditorial #fondodeculturaeconomica #indautor