Incluso, se ha quedado sin proveedores, asegura.
“Sí, sé que hoy es un día especial para las mujeres pero uno tiene que trabajar porque si no ¿quién mantiene a la familia? Me gustaría salir a marchar con todas pero tengo que vender en la tienda” dijo Azucena Gutiérrez Beltrán, quien tiene un negocio de venta de abarrotes en la colonia Cantarranas de Cuernavaca.
Entrevistada por La Unión de Morelos, la mujer asegura que se ha quedado sin proveedores debido a la pandemia.
“Aún nos sigue afectando esto del covid. Algunos de los que nos surten las galletas o el refresco ya nos abandonaron. Ya tiene como un mes que no vienen y la última vez que vinieron nos querían vender de a mayoreo, querían que les compráramos mucha mercancía y pues no nos alcanza”.
La comerciante relató que ha tenido que gastar de más para surtir su pequeña tienda. “Tengo que hacer un gran esfuerzo para mantener este negocio. Yo tengo la pensión que me da el Seguro y con eso a veces le agarro para comprar cositas que nos faltan y tener todo bien surtido. Aunque se le gana poco es un buen trabajo para mí, que no tengo otra cosa que hacer”.
Azucena Gutiérrez Beltrán aseguró que tiene que estar todo el día en su tienda para tener buenas ventas: “me levanto bien tempranito para abrir la tienda, me pongo a limpiar, porque como quiera entra polvo. Aprovecho que los niños van a las escuelas para que compren el juguito o las galletas que se llevan para el recreo. Me quedo desde las siete de la mañana hasta las nueve de la noche para que rinda el día y alcance a vender lo más que se pueda”.
“Esperemos que (en) este semáforo verde las cosas se compongan y que ya no regresemos a la misma cantaleta. Yo veo que ya la gente sale como si nada y más los jovencitos, pero hay que cuidarnos, porque aunque ya estemos vacunados nos podemos volver a enfermar. Mi hijo ya se enfermó dos veces y eso que ya está vacunado, no se puso grave, pero uno se angustia” dijo.