“Nos encontramos todavía con los 204 que dañaron una superficie cercana a las dos mil 400 hectáreas, aunque la mayor parte de éstas son pastizales y arbustos de tamaño menor”.
Pero el funcionario aceptó que lo más duro de las temperaturas está por venir. “Se advierte de fuertes calores en el mes de mayo que son propicios para la propagación de quemas, muchas veces intencionales, derivadas de actividades agrícolas”.
Dijo que es muy importante que el pasado fin de semana no se registrara incendio alguno, “porque venimos de un espacio vacacional de Semana Santa que históricamente es un ‘foco rojo’ en esta materia, porque los visitantes a su paso ocasionan algunas quemas”.
Por otro lado, sobre la disponibilidad de agua, Bahena Vera recordó que la temporada de estiaje reduce de manera significativa los niveles de los acuíferos en el estado.
“Es una época en la que se presentan problemas de abastecimiento del vital líquido en regiones como la de los altos o algunos poblados de la región oriente de Morelos”.
Y recordó que la entidad dispone sólo de cuatro acuíferos que dan vida al territorio, “uno de ellos el comprendido entre Jantetelco y Axochiapan se encuentra agotado. Hay que hacerle frente al suministro con otros métodos. A pesar de todo ello, podemos considerar que nos acercamos ya al 96 por ciento de cobertura. Sin embargo, en zonas urbanas muy pobladas como Cuernavaca, se tiene que llegar al tandeo por insuficiencia de infraestructura de abastecimiento”.