Miguel Ángel vende en varios puntos de Cuernavaca bolsas y tapetes de trapillo que elabora junto con su familia.
“Este negocio yo lo veo como si fuera un trabajo de tiempo completo para mí. Salgo a las ocho y media de la mañana, voy a varios puntos de Cuernavaca para vender lo que traigo. Todo esto lo hacemos mi familia y yo con mucho cariño y respeto por todas las personas que se dedican a las artesanías” relató Miguel Ángel Miranda Carriola, quien se dedica a la elaboración y venta de bolsas y tapetes de trapillo en la colonia Teopanzolco de Cuernavaca.
Entrevistado por La Unión de Morelos, el hombre comento que todo lo que elabora lo hace en el municipio de Amacuzac: “todos somos de esos rumbos. Yo voy cada ocho días para surtirme y traer nuevos modelos. Yo me dedico exclusivamente a hacer el tapete, pero mis hijas y mi esposa son las que hacen las bolsas. Nosotros tenemos mucho respeto por todas las personas que se dedican a hacer cosas con sus propias manos, ya que es considerado un arte. Venimos a Cuernavaca a vender porque aquí tenemos un poco más de ventas”.
El artesano relató que todo lo que elaboran se hace a base de desperdicio textil industrial: “diario voy a la Ciudad de México, a las empresas textiles, y siempre me dirijo con los de almacén. Compro el desperdicio de las telas que cortan mal, las que se deshilan o las que de plano ya no venden. Todo eso nosotros lo aprovechamos y las tejemos para hacer los tapetes, las bolsas, llegamos a hacer también mochilas. Aprovechamos todo lo que hay aunque me tardo de dos a tres días en hacer un solo tapete”.
“Los precios son muy variados, puedes encontrar tapetes desde 80 pesos, hasta de 150 pesos, que son los de metro y medio. El precio que manejamos puede bajar, todo dependiendo de cuánto se lleven. Hay algunas personas que quieren pagar menos por lo que hacemos, pero tampoco podemos darles todo gratis, lo que nosotros hacemos es hecho con las manos y con el corazón, por eso lo damos a un buen precio” apuntó.
Miguel Ángel Miranda Carriola aseguró no saber si tiene competencia en Cuernavaca: “la verdad no he visto por aquí o por dónde yo voy a quien se dedique a hacer o a vender este tipo de trabajos. Somos muy pocos los que nos dedicamos a la elaboración de bolsas y tapetes de este estilo. Cada vez se va perdiendo más la tradición, ahora los jóvenes ya se quieren dedicar a hacer otras cosas. Es muy complicado realizar esto y no cualquiera te hace un buen tapete”.
“Espero que los que lean esto puedan apoyar a todos los artesanos de su localidad, que compren mesitas de madera talladas a mano, que compren sombreros de palma, a los que hacen huaraches o ropa artesanal. Nosotros somos los que todavía no dejamos morir estas bonitas tradiciones. El día que ya no estemos, ya no van a encontrar este tipo de cosas” finalizó Miguel Ángel Miranda Carriola.