Escribir no solo es inventar, para profundizar hace falta más que ser creativo y constante, es necesario sustentar lo que escribimos (al menos en parte) con base en el conocimiento. Cada que inicio un libro hago mi planeación, con apuntes iniciales y pongo metas. Luego desarrollo una etapa de investigación en varios sentidos. En primer lugar, consulto datos sobre la historia, por lo que tenga de real el contexto donde se desarrolle mi trama. Esto me permite pararme, digamos, en un lugar más real y verosímil.
Como las historias incluyen temas, mis indagaciones se mueven hacia una serie de textos en torno al campo semántico en que me moveré. El objetivo es empaparme de los puntos a tratar, para darle un sustento más adecuado. Si trabajo en un libro de ensayos, esta indagación es más precisa y puede llevarme años. Mis fuentes de consulta son sobre todo artículos de investigación, libros, notas en medios y videos.
Otra herramienta básica de investigación en literatura es consultar las encuestas. Para una obra que trate sobre suicidio, violencia intrafamiliar, drogadicción y justicia, como mi novela Óleo sobre ketamina, estudié datos estadísticos sobre dichos fenómenos. El análisis cruzado de datos, de forma sencilla pero clara, ayuda a lograrlo. Tomo cifras objetivas y hago varias tablas, donde resumo la información y saco mis propias conclusiones. Así, me di cuenta de que en México la mayoría de los suicidios los cometen hombres; la conclusión de ello fue: “para que una mujer se suicide debió estar viviendo un verdadero infierno”, una premisa de la novela referida.
Luego busco más datos relativos y voy haciendo mi respaldo de información, que revisaré y aumentaré durante la escritura. Hago una especie de dossier, en una carpeta especial, importante para sostener lo que quiero compartir. No expondré siempre datos duros, pero tampoco está prohibido hacerlo. Mi intención no es que el lector aprenda de la información directamente, sino que a través de una historia, una serie pequeños textos o un ensayo se conmueva con la forma en que son expuestos. Se trata más bien de hacer que ellos sientan y por lo tanto se identifiquen con alguna de las realidades que les presento, porque para mí la literatura es un diálogo y una forma de enfrentarnos a nuestra cotidianidad para mejorarla.
Cierto que la escritura puede partir de cero y que cada libro es único, pero investigar es para mí una rutina al escribir. Y no es que incluya todo lo que descubro, pero sí me gusta dominar los temas de los que hablo, eso se notará definitivamente en el resultado final. La profundidad la verá el lector, y, si la obra está bien lograda, encontrará no solo un diálogo, sino la posibilidad de ahondar más en los temas, de acuerdo con sus propios recursos y obsesiones.
Ignoro si todos los escritores investiguen, pero sé que todos (o la mayoría) tienen la capacidad de hacerlo. Conozco, sí, y admiro a algunos por su forma de investigar y escribir, como a Jorge Volpi. Indagar, investigar, estudiar sí me parecen recursos indispensables para mi obra, por eso mismo buscaré estudiar un nuevo posgrado, pero estas acciones no puedo enfocarlas solo en textos escritos, igual son importantes las pláticas con personas, la observación, las vivencias personales y hasta la experimentación.
He leído posturas que pretenden separar los ámbitos académico y literario del todo, cuando veo que sus naturalezas son bastante cercanas, pues ambas visiones buscan generar un nuevo producto (o avance o conocimiento o conclusión u obras), benéfico para el debate social y la comprensión de nuestras sociedades. Como literato, leo obras académicas con frecuencia y sé que muchos investigadores leen literatura, es una correspondencia necesaria entre ambos gremios, una forma de compartir.
Como otros autores, pretendo combinar en mi producción lo literario y lo académico (además de algo de periodístico y editorial), tanto por intereses personales, como por mis fines culturales y por los beneficios que esto conlleva. Me identifico plenamente con la visión del “escritor variocreativo” que soy, desde donde puedo escribir con libertad y en muchos sentidos, cubriendo así mis necesidades de aprendizaje y expresión artística. Gracias.
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