En temporada de calor hay mayor riesgo.
De enero a la fecha se han registrado tres mil 160 casos de intoxicación producida por la picadura de alacrán y la incidencia suele aumentar en temporada de calor, por lo que las autoridades de Salud llamaron a la población a aplicar medidas de prevención, en tanto que especialistas alertaron sobre la importancia atenderse oportunamente.
De acuerdo con el reporte más recientes de los Servicios de Salud de Morelos, en la entidad ya se superan los tres mil casos de picadura que requirieron atención médica y, por lo tanto, fueron registrados. La mayoría se concentraron en los municipios de Yautepec, Jonacatepec, Puente de Ixtla, Jojutla y Tetecala.
Eduardo Sesma Medrano, epidemiólogo del organismo, explicó que “las personas que habiten o estén cerca de áreas rurales, sub rurales y terrenos baldíos, tienen mayor riesgo por los hábitos de los alacranes”.
Recordó que “en Morelos existen 16 especies de este arácnido, dos de ellas son de alta toxicidad, es por ello que se invita a la ciudadanía a generar el hábito de revisar la cama antes de dormir, también sacudir la ropa y zapatos previo a utilizarlos; aunado a ello se sugieren acciones de higiene en el hogar”, anotó.
También recordó entre las recomendaciones de prevención que se deben tapar las grietas de paredes; retirar con guantes el escombro, piedras, madera y muebles abandonados en el hogar; colocar mosquiteros en puertas y ventanas; además, emplear cielo raso en los dormitorios. Otra de las medidas que se utilizan en este rubro es encalar las paredes.
El funcionario estatal aseguró que de los casos registrados, el cien por ciento ha sido atendido en tiempo y forma sin complicaciones y aseveró que está garantizado el abasto del suero antialacrán en los 204 centros de salud.
En Morelos, la presencia de alacranes es endémica, es decir, que ya es un tema permanente en el año, pero debido a los hábitos de los alacranes, suele aumentar los ataques en la temporada de calor.
De acuerdo con el biólogo Gerardo Contreras Félix, colaborador de la Colección Nacional de Arácnidos del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México, los síntomas pueden variar: “dependiendo de la cantidad de veneno inyectada (es menor si acaban de cazar y comer), el paciente sentirá dolor, se enrojecerá la zona donde clavó su aguijón y sudará.
En los casos más graves, los síntomas que pueden presentarse son “calambres (a los 30 minutos de la picadura) y el adormecimiento de (los) músculos involucrados en la respiración, que podría ser fatal en personas alérgicas al veneno de abejas, con bajas defensas inmunológicas, o si no se les aplica oportunamente un antiveneno”.
El especialista -conforme a la información dada a conocer por la UNAM- expuso que la picadura de alacrán puede ser fatal si no se brinda atención oportuna.
En general, “la probabilidad de muerte es baja”, consideró Contreras Félix, en proporción con los casos de picadura. Sin embargo, en México unas 300 mil personas son picadas al año por escorpiones, según un registro de 2016. “Pueden ser más o menos, porque muchos casos no se reportan o se confunden con mordida de araña”.
Según Walter García Ubbelohde, doctor internista por la Facultad de Medicina de la máxima casa de estudios del país, el grupo de población más afectada es el de los niños menores de cinco años y los adultos mayores de 65. “En hipertensos y diabéticos pueden agravar sus patologías, agregó el especialista en intoxicaciones por animales ponzoñosos”.
Sesma Medrano insistió en la relevancia de evitar la automedicación y el uso de remedios caseros, por lo que recomendó que en caso de picadura, la persona acuda o sea llevada al centro de salud más cercano y se no pierda tiempo.