«Los museos de verdad son sitios en los que el tiempo se transforma en espacio».

– Orhan Pamuk

El estado de Morelos tiene como una de sus principales cualidades la existencia, a lo largo y ancho del estado, de crecientes comunidades de creadores, tanto culturales como científicos. Lo anterior incluye estudiantes, investigadores, ejecutantes, promotores y creadores propiamente dichos que aportan obras que conformarán el perfil del estado en el siglo XXI.

Se reconoce que la concentración de creadores morelenses crece, especialmente entre los jóvenes, y que el volumen de obras, publicaciones y eventos de calidad son características ya de los morelenses.

La dinámica señalada debe ser correspondida en el enfoque de sus instituciones y el perfil de sus dirigentes, cuya formación académica, trayectoria cultural y conocimiento de las cualidades y problemática estatal correspondan al potencial morelense.

Somos una sociedad plural, incluyente y abierta, con especialistas formados en todas las ramas que, si bien atentos a los fenómenos regionales nacionales y universales, contamos con los integrantes para definir y dirigir nuestras políticas y programas, con base en nuestro contexto cultural y realidad.

El contexto anterior, debe ser reconocido por los gobernantes, a fin de evitar los errores frecuentemente cometidos, cuando por desconocer el estado y los talentos propios, se traen elementos foráneos para definir algo que, por naturaleza nos corresponde: nuestra cultura.

Morelos ha estado siempre abierto a las expresiones universales, pero ha llegado el momento, como lo recogió lúcidamente el proyecto de Ley Morelos Cultura 33+3, definido por creadores, promotores y estudiosos de todo el estado, de que nuestras leyes instituciones y sus dirigentes surjan de nuestro propio entorno y de las personas más preparadas. Más que estar pensando en personas para ocupar un puesto, primero debemos establecer perfiles de exigencias para corresponder al nivel alcanzado por nuestro estado.

SOBRE EL MUSEO MORELENSE DE ARTE CONTEMPORÁNEO

El Museo Morelense de Arte Contemporáneo debe de hacer honor a su nombre y por lo mismo, tener como prioridad fundamental y primer punto de partida el apoyo a los creadores Morelenses. Es decir, partir de lo local para abrirse generosamente a lo nacional y a lo universal. Se debe de priorizar el impulso de los ya trabajan en Morelos y paralelamente se deben de exponer artistas de otras latitudes. Traer a artistas de otros estados y desde luego de otros países será sin duda muy enriquecedor; pero insisto, debemos de comenzar a activar nuevamente estos espacios con la obra de quienes por décadas han trabajado en esta comunidad.

El presupuesto destinado a las exposiciones irá determinando qué se puede hacer y la manera de equilibrar la oferta de exposiciones de artistas locales, nacionales e internacionales, de arte emergente o de amplia trayectoria.

Adicionalmente del presupuesto asignado, debe de buscarse la captación de fondos​ mediante la solicitud de donaciones de particulares, empresas, fundaciones benéficas, entre otras fuentes.

Se deben generar dinámicas que permitan diálogos creativos y propositivos, encuentros de arte emergente y diálogos con creadores con trayectoria, conferencias, talleres de profesionalización y exposiciones que detonen cambios en la comunidad.

Resulta urgente reflexionar sobre el papel que una institución de este carácter debe tener hacia y para los morelenses (aportación al desarrollo cultural propio y la referencia a lo nacional y universal).

SOBRE EL PERFIL PARA OCUPAR LA DIRECCIÓN DEL MUSEO MORELENSE DE ARTE CONTEMPORÁNEO.

Se debe tener una trayectoria estrechamente relacionada y no ajena a la temática del museo, como creador, investigador o promotor.

Se deben conocer las tendencias y problemática de la temática en cuestión, en este caso el arte contemporáneo de Morelos, México y a nivel internacional.

Se debe conocer la problemática cultural del estado, de los municipios, de las iniciativas de desarrollo cultural y el valor de las iniciativas comunitarias.

Debe haber una disposición para saber interactuar con personal administrativo, legal y contable y con la comunidad artística.

El arte es una semilla que fomenta la transformación y regeneración del tejido social.

Morelos cuenta con todo el potencial y es tierra fértil. Debemos seguir sembrando y cultivando los frutos creativos que ya tenemos en esta comunidad, más allá de partidos políticos, de intereses personales o grupales, de amiguísimosy compadrazgos.

No podemos repetir los mismos errores del pasado. Como morelenses debemos de aprender de nuestros errores. Democráticamente organicemos una terna pacífica de selección y de un programa de participación que escuche las necesidades y enriquezca a nuestra comunidad.

Se debe de crear un programa incluyente y anual para los artistas morelenses para que no nos vuelvan a “hacer el favor” de ser considerados en nuestra propia tierra y en nuestro propio lugar de origen. El museo debe de girar en torno al arte y a los artistas, no a los funcionarios y directivos o administrativos.

Por experiencias pasadas la comunidad artística y cultural de Morelos, NO debe permitir que se vuelva a imponer a una persona con falta de conocimientos y sin una preparación sólida con especialidad en arte contemporáneo y que pertenezca a esta comunidad.

Debemos pensar globalmente y actuar localmente por el bien de Morelos.

¡Quedaremos atentos!