La afluencia turística en Tepoztlán favorece la venta de tortillas hechas a mano, aplaude Modesta.

“Ahora sí te puedo decir que tenemos buenas ventas, todo gracias a que esta semana recibimos a muchos turistas por aquí”, aseguró Modesta Díaz Ruíz, quien se dedica a la venta de tortillas hechas a mano y verduras en el poblado de Santa Catarina, municipio de Tepoztlán.

Entrevistada por La Unión de Morelos, la comerciante explicó que aprovecha su local para vender también verduras recién cosechadas, pues aunque “el negocio en sí son las tortillas, pero como también sembramos, aprovechamos y sacamos las verduras a vender. Una parte la ocupamos para la casa, la comida y se llevan mis hijas. Otra parte la vendemos, porque también es bastante y no alcanzamos a comernos todo. Por eso la vendemos”.

La mujer dijo que para ella es mejor vender en su negocio que ofrecer su mercancía en los mercados: “Aquí estoy bien, ya tengo mis clientes y me va bien. Es que ofrecer las cosas con los vendedores es comprometerme a estarles surtiendo cada cierto tiempo, y descuidaría mi negocio por estar atendiendo otros. Me gusta aquí donde estamos, la mayoría de las ventas son por pedido y estamos llenos con eso”.

Modesta Díaz Ruíz, aseguró que cada vez se vuelve más difícil sembrar: “nosotros lo hacemos para tener verdura para la casa, lo que nos sobra lo vendemos. Ya tiene tiempo que no sembramos como antes, hay algunas verduras que son más laboriosas que otras, son más delicadas y el tiempo ya no nos da para hacerlo. Otra cosa que no nos ayuda son los cambios de clima. Este año está el calorón a todo lo que da, y luego también el calor afecta la cosecha”.

“Esto del calor también afecta a la masa con la que hacemos las tortillas. Bueno, yo creo que ahorita a todo lo que es comida. Las cosas se agrian con mayor facilidad, hay que estarlas cuidando y refrigerando bien. Yo soy muy cuidadosa con lo que utilizo, porque si algo se me agria, no lo podría vender así, y allí ya perdí un día de trabajo completo, las ganancias y la inversión” dijo.

“Antes también tenía una tiendita, vendía refrescos, jugos, papas y dulces, pero como aquí hay varias tiendas, no vendíamos muy bien, solo me compraban los que venían por las tortillas y como iba empezando, no tenía muchas cosas de las que buscaban. Por eso mejor ya la quitamos y sigo con lo que me deja buena ganancia, aunque es un trabajo pesado porque hay que estar aquí, la mayoría del día, frente a la lumbre y la verdad sí terminamos bien cansadas” finalizó.