La gente ya no compra el llamado pan de fiesta, lamenta Rosa.
“Es una lástima que las cosas artesanales y tradicionales se estén quedando en el olvido. La gente debería darle prioridad al pan de fiesta como lo conocen, porque es lo que nos ha dejado nuestra familia”, dijo Rosa María Caltenco, quien se dedica a la venta de pan artesanal en la colonia Las Palmas, al quejarse de sus malas ventas.
La mujer señaló que pese a las ferias y exposiciones, no se le da prioridad a lo tradicional, pues “la gente ya no es como antes, ahora buscan todo lo que sea gourmet, panes que no tengan gluten, la verdad yo ni sé que es eso. Buscan panes con pedazos de chile y arándanos y cosas así. Lo bonito es lo tradicional, lo de pueblo, lo que tiene ese sabor casero”.
La comerciante aseguró que las panaderías modernas son una gran competencia para ella: “la verdad es que no le podemos competir a eso. Ellos además de vender mucha variedad de pan, lo fabrican a montones. Nosotros tenemos que hacer de cinco a ocho piezas diarias esperando que no se quede ninguna. Me preocupa un poco, porque tal vez en unos años, el pan artesanal ya no exista”.
“Lo elaboramos con muchísimo esfuerzo, preparamos todo, nada es comprado, bueno, me refiero a la masa. Llevamos mucho tiempo en esto y siempre lo hacemos de la mejor manera posible, para que a la gente que le gusta pueda venir por su pancito” dijo.
Caltenco aseguró que sus principales clientes, son las personas de la tercera edad: “mira, los jóvenes es muy difícil que se lleguen a parar por aquí. Luego me preguntan si no tengo panes con leche especial, o no sé qué me preguntan. Los que si vienen a comprar son las personas ya grandes y algunas de unos 40 años para arriba. Ellos son los únicos que siguen comprando y manteniendo esta bonita tradición”.