Antes de tomar el volante tomó un curso de capacitación.
Alan Castillo trabaja desde hace dos meses como operador del transporte público, pero dijo que quiere continuar con sus estudios -solo cursó una carrera técnica- porque quiere ser quiropráctico.
Señaló que por falta de recursos económicos en su familia y porque “se juntó” con su novia no pudo seguir en la escuela, pero ahora que le agarró el modo al volante ha pensado en ahorrar dinero para poder estudiar.
Aunque asegura que le gusta trabajar en la “ruta”, su problema es que a veces con mucho esfuerzo apenas se lleva 100 pesos a su bolsa, pues diariamente debe entregar la cuenta a su patrón y reunir el dinero para comprar el combustible del vehículo.
“Este trabajo es bueno, pero lo que nos causa mucho estrés es el tráfico y a veces la manera de contestar de la gente”.
En su caso -refirió- antes de empezar a trabajar en la "ruta" tomó un curso de capacitación, el cual se enfocó en las señales de tránsito y que deben respetar los semáforos, porque como operadores son responsables de los pasajeros que transportan.
Dijo que está consciente de que un accidente le puede costar muy caro y por eso siempre conduce con precaución, porque lo que menos quiere es involucrarse en un percance automovilístico.
“Me gusta este trabajo, pero sé que es peligroso y que tenemos que estar al cien para manejar bien, porque llevamos personas bajo nuestra responsabilidad y un choque me puede costar la vida”.