La captura de un criminal en Sinaloa muestra la valentía del personal militar, que estaba en desventaja frente a decenas de delincuentes armados, pero que pusieron por encima de todo el respeto de la soberanía nacional
“Aquí nos morimos todos” fue la respuesta que un sargento del Ejército mexicano dio a las decenas de criminales que trataron de forzar la liberación de su jefe, apodado “El duranguillo”, que acababa de ser capturado por las fuerzas armadas.
Finalmente los delincuentes atacaron a los doce soldados que resguardaban al prisionero y a sus cómplices y se mantuvieron al pie del cañón a pesar de la desventaja numérica y de armamento, hasta que más soldados llegaron al rescate.
Las fuerzas armadas dieron una vez más una demostración de valor y de lealtad a la patria y a la soberanía nacional. Los videos de los hechos permiten escuchar como los delincuentes ofrecen diez millones de pesos por la liberación de su jefe y respetar la vida de los soldados, que no se rinden hasta lograr cumplir su misión en un operativo sorpresa llevado a cabo en Altar, Sonora.
El ataque de los delincuentes costó la vida a un militar, pero el resto de sus compañeros se mantuvo firme y demostró que los mueve el amor por la patria.
La sociedad mexicana debe reconocer que en la suma de estas actitudes de valentía y entrega descansa la tranquilidad del país.
La vocación de servicio del Ejército Mexicano llena de páginas gloriosas la historia de nuestra nación. La magnitud del ataque que soportaron y la desventaja evidente hace que la del inicio de este mes en Altar, Sonora, sea uno de esos momentos que los ciudadanos debemos aplaudir.