Parte de ser joven implica dar sentido a las experiencias personales y hacer preguntas sobre el mundo alrededor. Las y los jóvenes tenemos la capacidad de identificar y desafiar las estructuras de poder existentes y los obstáculos para los cambios y de exponer las contradicciones y los prejuicios.
Tenemos el poder de actuar y movilizar a otros. Las juventudes de liderazgo social son cada vez más en el mundo, respaldados/as por una conectividad cada vez mayor por el acceso a las redes sociales. Además de generar nuevas perspectivas, frecuentemente tenemos conocimiento directo y entendimiento de los asuntos que no están al acceso de las personas adultas y comprendemos mejor los problemas que enfrentamos, por lo que podemos brindar nuevas ideas y soluciones alternativas.
Cuando las y los jóvenes se empoderan con el conocimiento de sus derechos, y a la vez se equipan con habilidades de formación de liderazgo, pueden manejar el cambio en sus comunidades y en sus países. Las organizaciones lideradas por jóvenes y sus redes, en particular, deben ser apoyadas y reforzadas, porque contribuyen al desarrollo de capacidades de liderazgo social entre la gente joven, especialmente entre las poblaciones marginales, ya que tienen un rol muy importante como AGENTES DE CAMBIO.
Te invito a conocer KYBERNUS, un programa que identifica e impulsa a liderazgos juveniles en los 32 estados del país, para que incidan positivamente en sus comunidades y generen entornos propicios para crear prosperidad incluyente.