El expresidente de la República Luis Echeverría Álvarez -que murió el viernes en su casa en Cuernavaca- pasó sus últimas décadas envuelto en las acusaciones de asesinato de centenares de estudiantes, por la matanza de la plaza de Tlatelolco en 1968, pero también por la suerte de decenas de obreros y dirigentes políticos durante la llamada “guerra sucia” iniciada por su gobierno contra quienes osaron retar el poder del priismo.
Luis Echeverría Álvarez fue presidente de México de 1970 a 1976 y es considerado uno de los responsables de la ya citada matanza de Tlatelolco en 1968, del “Halconazo” -el sangriento ataque a estudiantes normalistas en la capital del país en 19071- y de la Guerra Sucia contra estudiantes, obreros y campesinos que desafiaron el poder de la hegemonía priísta.
HUGO SALGADO CASTAÑEDA fue su más destacado protegido en Morelos, pues antes de que cumpliera 30 años lo nombró notario número 2 de Cuernavaca y lo puso al frente de sus innumerables negocios y le dio impunidad para lastimar a los más vulnerables y débiles.
La historia no perdona: senador Monreal
Al visitar Cuernavaca para acudir el sábado al informe de su homólogo morelense Sergio Pérez Flores, el senador y coordinador de la bancada de Morena en la Cámara Alta, Ricardo Monreal, se obtuvo de abundar sobre el desempeño público del ex mandatario priista, pues “la historia es quien no perdona”.
“La historia no va a perdonar a nadie, la historia normalmente no perdona a nadie, los hechos que en su vida se registran. Así que descanse en paz el ex presidente de México Luis Echeverría”, expresó el presidente del Senado de la República, Ricardo Monreal, sobre el deceso del ex mandatario.
Como hombre de fe, dijo el senador morenista, no es correcto perturbar la paz de los muertos, pero la vida pública del ex presidente Echeverria será juzgada por la historia, ya que el término de su existencia no impide que se siga documentando.
Afirmó que las investigaciones en su contra deben continuar: “se va seguir documentando, la historia no perdona, y seguramente se va a seguir documentando independientemente de los resultados que esto implique, de las investigaciones que están pendientes”.
Tras darse a conocer el deceso, integrantes del Comité de Huelga del 68 e hijos de las víctimas del 68, expresaron en las redes sociales que las denuncias en su contra no procedieron, pero el expresidente estaba sujeto a proceso.
Ricardo Monreal expresó que el ex presidente "murió pero no siendo inocente, murió pero hay carpetas de investigación que se quedaron pendientes. De acuerdo con nuestro derecho, con la muerte se suspende todo, ¿ya a quien se le castiga después de eso? es decir la muerte implica la extinción de obligaciones”.
Agregó que parte de las exigencias de la generación del 68 se han visto reflejadas en la irrupción social del 2018, cuando una nueva forma de hacer política llegó a la Presidencia de México a través de Andrés Manuel López Obrador.