El progreso no espera a nadie y esa es una frase que hemos podido vivir en carne propia los últimos diez años con la modernización de sectores tan distintos el transporte, los alimentos, la contaduría, la hotelería, el entretenimiento, las formas de pago, etc.
Todos recordamos cuando Uber llego a tierras mexicanas y los taxistas protestaron con marchas, bloqueos e incluso simulando la crucifixión. Las tiendas de rentas de películas se volvieron obsoletas y la educación a distancia se mejoró.
La inteligencia artificial ya llegó y está siendo utilizada, autos que se manejan solos ya son una realidad con los vehículos Tesla, el transporte terrestre de carga y de pasajeros se espera que sea completamente autónomo en menos de diez años. Las tiendas de autoservicio ya son parcialmente autónomas, lo mismo cuando se trata de ordenar comida,
Lo que se está viviendo es la cuarta revolución industrial en su plenitud y como en cada revolución industrial, muchos empleos se perderán, pero de igual forma muchos empleos surgirán.
Es importante poder adaptarnos al cambio y poder caminar junto al progreso, porque este no espera a nadie y si nos rehusamos a aceptarlo, todo lo que lograremos es quedarnos atrás.