Aunque puede leerse contradictorio, las relaciones hoy en día están en su mayoría siendo “tóxicas”. Y es que ¿a qué llamamos tóxico? A las conductas o acciones de otras personas que nos hacen sentir mal por alguna razón y hacen ponernos en duda y a la expectativa, planteándonos si nosotros somos un problema.

Es necesario para tener una relación, ya sea amistosa o sentimental, el saber comunicar qué nos hace bien y qué otras cosas nos están lastimando. No sólo por ser tú mejor amigo o tu pareja tiene derecho a hacerte sentir mal con palabras o acciones. Es decir, hay que empezar a poner límites con aquellas personas que frecuentamos.

No está normalizado hablar de estos temas, porque resultan incómodos y porque creemos que por el hecho de tener una amistad o relación sus opiniones o comentarios son una “verdad absoluta”, cuando no es así, todos tenemos distintos puntos de vista.

Lo que debemos aprender es a en las diferencias hallar similitudes y dar siempre entrada al diálogo y a la comunicación, para llevar la relación por un mejor camino.

No te dejes llevar, recuerda que una persona que te aprecie entenderá cómo te sientes, alguien que no te quiere lo suficiente siempre intentará hacerte dudar y sentirte mal al respecto por tus decisiones o pensamientos.

Piénsalo, ¿estás teniendo relaciones saludables o únicamente estás aceptando todo para que la otra persona no se vaya?