Silverio es chofer del transporte público desde hace 15 años
Mientras espera su turno de salida en la base de la Ruta 2, Silverio Reyes fuma un cigarro pero después lo apaga y ofrece disculpas.
Silverio trabaja desde hace 15 años como operador del transporte público, una labor que dice es estresante y cansada, pero se mantiene al volante porque hace varios años perdió su empleo en una fábrica textilera, la cual se declaró en quiebra y cerró sus puertas.
En su actividad diaria -dijo- se ha encontrado con personas agradecidas, pero también con quienes se molestan porque dicen que conduce o muy rápido o muy despacio.
"Hay algunos que dicen que manejamos muy rápido y otros que vamos muy lento, pero no saben que trabajamos con cierto tiempo y tenemos que respetar los minutos que nos marcan desde la base para no pagar los minutos quemados".
Refirió que en los 15 años que lleva al volante ha recibido capacitación en unas cinco ocasiones, aunque considera que no es necesario porque sabe qué debe hacer y qué no; sin embargo, ha tomado cursos sobre trato al pasajero y manejo a la defensiva.
Con la pandemia, apuntó, sus ingresos económicos disminuyeron, y gracias a que su esposa trabaja no fue necesario endeudarse para solventar los gastos de su casa.
"Este trabajo es cansado porque nos levantamos muy temprano; empiezo a trabajar a las seis de la mañana y a las seis de la tarde ya estoy en mi casa. Ahorita he pensado que seguiré hasta que el cuerpo aguante o cuando diga 'ya no puedo', ahí lo dejo".