Durante su jornada laboral, Alejandro Vivanco se protege con el cubrebocas y lleva con él una botella de gel antibacterial; sin embargo, asegura que no cree que exista la enfermedad llamada covid-19 pues ningún integrante de su familia se ha contagiado.
El chofer de taxi dice que desde que llegó la emergencia sanitaria cumple con las medidas de higiene para protección de las personas que le piden el servicio, pero no tiene miedo de infectarse y tampoco cree en el virus.
“En los meses más fuertes me tocó llevar a una persona que nadie quería llevar a hacerse su prueba. Me dijo ‘es que nadie me quiere llevar’, le dije ‘súbase, si ya me toca pues ni modo’, pero no me enfermé y aquí sigo”.
El cliente -apuntó- le obsequió una mascarilla y una botella de alcohol gel como agradecimiento por el viaje, luego de que otros taxistas le negaron el servicio.
Alejandro refirió que su trayectoria como trabajador del volante es de 20 años y aunque tiene algunos clientes fijos dijo que en los meses más críticos de pandemia tuvo que endeudarse para hacer frente a los gastos de su casa, debido a que en ocasiones con mucho esfuerzo lograba reunir 300 pesos en todo el día.
“Aquí se sufrió mucho porque el poco dinero que salía era para la cuenta y la gasolina, pero ya no había dinero para uno. Por eso pedí prestado, porque tengo un hijo que depende de mí”