Dos de sus colegas taxistas fallecieron a causa del virus.
“En la pandemia nos la rifamos solos y gracias a Dios libramos el covid”, expresó Adalberto, un taxista con quince años de experiencia que se contagió con la terrible enfermedad.
A pesar de que tenían el esquema completo de vacunación, su esposa y su hijo también se infectaron con el virus, lo que le obligó a dejar de trabajar y resguardarse junto con su familia, pues pidió que no fueran llevados a un hospital.
Esos días fueron los más difíciles para su familia, debido a que no recibió apoyo de las autoridades municipales ni estatales, aunque se enteró de que había ayuda económica y en especie.
Afortunadamente -indicó- tenía dinero ahorrado para solventar los gastos en su casa durante los 15 días que no trabajó.
“Las autoridades del municipio no nos apoyaron. En mi familia se complicó mucho este tema porque mi hijo estuvo a punto de morir y el único apoyo que tuve fue el de Dios y nosotros la libramos, pero aquí en el sitio de taxis dos compañeros de unos 40 años de edad se fueron porque no creían en las vacunas y nunca se las aplicaron”.
En su opinión hacen falta apoyos a su gremio, que se ha visto afectado no solo con la pandemia sino con los servicios de plataforma que prestan las empresas como Uber y Didi, algo que merma sus ingresos considerablemente.