En mi última entrega comenté que urgía una reforma de fondo en el Poder Judicial, y como si fuera concierto que no lo fue, al día siguiente el Presidente de la República en La Mañanera hizo la misma cita. Y es que ambas manifestaciones coincidieron con absurdos fallos de magistrados que descongelaron las cuentas que la UIF mantenía bloqueadas del policía delincuente Luis Cárdenas Palomino, mano derecha de Genaro García Luna, (quien fuera declarado culpable de los cinco cargos que se le imputaron) amparados en una reforma que años atrás impulsó el ex ministro Medina Mora y que causó jurisprudencia, y que consiste en que para que proceda el congelamiento de cuentas de un nacional, debe mediar una solicitud de un gobierno extranjero y que como es un procedimiento meramente nacional CARECE DE SUFICIENTE CERTEZA Y DE SEGURIDAD JURIDICA. Uff! O sea aunque te agarren en plena flagrancia debido a un estado de derecho mezquino y legaloide impuesto por gobiernos corruptos anteriores, no se podrá hacer justicia, y los delincuentes en especial los de cuello blanco, gozarán de total impunidad. El Poder Judicial de México da más certeza a las solicitudes judiciales del exterior que a las propias! háganme el refavor.
Pero el descaro no termina ahí, justo cuando García Luna es declarado culpable, otro tribunal Colegiado en Materia Administrativa amparó a la esposa de este para que la UIF descongelara las cuentas que mantenía bloqueadas desde tres años atrás, y dice la prensa mediática y sus agoreros que no se habían hecho investigaciones en nuestro país sobre las conductas ilícitas de este turbio personaje. Ah, pero cuando se trata de solicitudes del exterior en materia de extradiciones de narcotraficantes, estas se niegan por sistema, como es el caso reciente de los amparos concedidos a Ovidio Guzmán, así que uno se pregunta ¿Quién protege en el fondo al C de S? Lo mismo pasó con quienes defraudaron al erario imprimiendo y vendiendo facturas falsas, bajo el amparo de otro ministro que también pretendía ser presidente de la SCJN. Y que decir del clan Wallace, incrustado hasta el tuétano en el equipo principal de la ahora flamante presidente del máximo tribunal. ¿Y la absolución de Rosario Robles? Hay infinidad de casos en los que el Poder Judicial brilla por su ausencia en la impartición de justicia anhelada por el pueblo mexicano. Se extraña el poder omnímodo que el Ejecutivo tenía para desaparecer de un manotazo y destituir a todos los miembros de la SCJN como fue el caso de Ernesto Zedillo el 31 de diciembre de 1994. Estamos a la espera que el Poder Legislativo en breve inicie el acotamiento del poder de la SCJN y separe de su jurisdicción al Consejo de la Judicatura como se rumora a voces, ya que la primera es juez y parte, absurdo en cualquier estado de derecho. Estaremos atentos.
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