Las manifestaciones afectan severamente a los transportistas, lamente José
“Las manifestaciones afectan mucho porque nos tenemos que desviar y el pasaje se pierde, además, tardamos más tiempo para llegar con el checador y hay días que de plano nos vamos sin un peso porque el patrón quiere su cuenta y el dinero para la gasolina”, dijo José, quien trabaja como operador en la Ruta 17.
Sin embargo, afirmó que no ha pensado en dejar este oficio, porque gracias a éste desde hace 20 años ha logrado mantener a su familia. Además, considera que sin estudios difícilmente podría encontrar otro trabajo bien remunerado y con prestaciones.
A decir del trabajador del volante, cuando hay cierres de vialidades, como ocurrió en días pasados, sus ingresos económicos disminuyen considerablemente, al grado de que en ocasiones con mucho esfuerzo reúne el dinero para entregar la cuenta y el combustible del camión.
Si bien, está a gusto en esta actividad, reconoció que la desventaja es que no tiene seguro social por lo que cuando se enferma los gastos corren a su cuenta.
Desde su punto de vista conducir una unidad del transporte público implica mucha responsabilidad porque lleva a su cargo más de 50 personas y está consciente de que con un mal movimiento podría ocasionar un accidente.
“El trabajo del operador es pesado porque llevamos pasaje, además, hay que madrugar y terminamos tarde; no hay nada seguro del salario y también batallamos con las tarjetas de descuento a los adultos mayores porque ellos pagan cinco pesos”.