El desempleo lo orilló a trabajar como chofer de “rutas”.
José Juan Castillo, rutero de profesión, se queja amargamente de que aún con sus estudios de nivel medio superior se le ha dificultado encontrar un empleo formal.
“El desempleo es lo que me orilló a trabajar en la ‘ruta’, porque terminé la preparatoria pero hay poco trabajo y te piden experiencia o hay que tener ‘palancas’ para que te ayuden a entrar a trabajar a una empresa y yo no las tengo”.
Dijo que no pudo continuar con sus estudios de nivel superior porque su familia es de escasos recursos; además, son cinco hermanos y los mayores tuvieron que empezar a trabajar para apoyar con los gastos de la casa.
Sin embargo, su deseo era estudiar medicina o ingeniería en sistemas computacionales.
Aunque ahora José tiene ingresos económicos estables, señaló que no ha pensado en continuar con sus estudios porque ya formó a su familia y su hijo es su prioridad.
De su actividad diaria indicó que en ocasiones sus ingresos solo le alcanzan para entregar la cuenta y para comprar el combustible de la unidad.
“Salgo de mi casa con la bendición de Dios y esperando a que, si no llevo dinero, siquiera que no sufra algún accidente; salgo con el deseo de volver a ver a mi familia”.
A decir del trabajador del volante en la organización de transporte en la que trabaja no tiene seguro social ni prestaciones, por lo que ha pensado buscar un empleo formal.