“A nosotros de la Ruta 17 nos buscan mucho las personas de la tercera edad porque en otras ‘rutas’ no los quieren llevar. Muchas personas me han dicho -y uno como chofer también se da cuenta- que los compañeros de otras ‘rutas’ no les hacen caso y se pasan derecho. A veces por culpa de ellos se suben enojados y nos dicen que no los quisieron levantar”.
Así relató Daniel Torres, quien trabaja como operador del transporte público, y asegura que ha sido testigo de que los choferes de la Ruta 13 y 20 se niegan a prestar el servicio a las personas adultas mayores.
Aunque reconoció que por aplicar los descuentos del 50 por ciento sus ingresos económicos disminuyen, dijo que no le pesa hacerlo, pues cinco pesos no lo harán ni más rico ni más pobre.
A decir del entrevistado, diariamente más de 20 personas con credencial del Inapam abordan la unidad que conduce, pero esta cifra se duplica los días que acuden a cobrar su pensión, de tal manera que en ocasiones con mucho esfuerzo logra reunir el dinero para la cuenta y el combustible.
Por ejemplo, afirmó que el miércoles hubo poca demanda en el servicio de transporte y de la base de Temixco a Civac viajó con dos pasajeros, aunque más adelante se recuperó, al concluir su jornada solo se quedó con cien pesos.
“Hay algunos que no les cobro el pasaje, pero también otras personas que vienen de malas porque otra ‘ruta’ no los levantó y cuando les digo ‘su credencial’, me dicen ‘¿qué no ves mi cara, que ya estoy viejo?’, pero prefiero no pelear”.