Como lo mencioné en mis últimas entregas, la velocidad con que la oposición se saca de la manga candidatos a la presidencia y los catapulta vertiginosamente saturando los medios masivos, estos se desinflan de manera estrepitosa y vuelven hacer agua una y otra vez. Ahora que Xóchitl, Lady Gelatina, a dos semanas de destapada se desinfla cual globo, la oposición lo vuelve hacer, inaudito. Apareció un comercial estilo documental pero ahora con distinta heroína de izquierda que se convirtió a la derecha y que gracias a la ligereza de la Suprema Corte de Justicia de la Nación fue liberada en semanas recientes. Al final del video aparece su nombre, media cara y señalando su lanzamiento para enero de 2024: Rosario Robles. Esto desató ya serios cuestionamientos de quienes se han registrado para el proceso como Creel, Silvano, Cabeza de Vaca y otros mas (puras joyas de la política) que indican que sus gentes no han podido registrar sus firmas por impedirlo la comisión. Así de democrática la oposición que critica todos los días lo antidemocrático y dictador que es el Presidente de la República. Una y otra vez lo atacan con lo que ellos mismos son y han hecho toda su vida, y eso se llama proyección.  

Pero ¿Por qué gastar tanto dinero en la producción del lanzamiento y diferirlo hasta el año que entra faltando 6 meses? Con este espacio de tiempo el gobierno de turno volverá a cargar las baterías y emprenderá una campaña documentada de corrupción de la Robles que tiene la cola mas larga que la misma Xóchitl, y no sorprenderá que salgan nuevas denuncias y órdenes de aprehensión en su contra. A diferencia del comercial de Xóchitl que se centra en sus “virtudes”, el de la Chayo es una denuncia (con mentiras tan obvias) en contra de todo lo malo que es y ha hecho el actual presidente, por lo que se pronostica un rotundo fracaso en su aceptación por el colectivo. Eso sí, refrendará el voto duro que ya es clasista, racista y discriminatorio que repudia al actual gobierno y su titular. Será como música para sus oídos. En síntesis, siguen la misma estrategia de descrédito del 2006 que solo funcionó gracias al fraude y que en los años posteriores llevó a la derecha a perder el poder. No aprenden ni aprenderán. 

Yo festejo que el presidente siga con la política de que lo que antes se ocultaba hoy sea público, como ya lo ha demostrado en su régimen, y es que de la corrupción de la Gálvez mediante los contratos exhibidos siendo funcionaria pública no se sabía gran cosa, y hoy gracias a su difusión se trunca su carrera a la presidencia cuyo camino parecía pavimentado, aunque ahora con lo de la Robles, ya me cuestiono que sea tan obvia la derecha en sus ocurrencias y sea un plan distractor para aceptar la debacle que viene, pero eso lo comentaré en futura ocasión.