A más de un año de haber sido ocupado, el edificio Uno del campus Chamilpa de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) requiere de al menos siete millones de pesos de inversión para tener en óptimas condiciones los niveles de estacionamiento, sin considerar que se requiere mobiliario y un servicio eficiente de elevadores, entre otras situaciones que se han solventado de manera paulatina.
Perla Sonia Posada Vique, directora de la Facultad de Arquitectura de la UAEM, dijo que de manera conjunta con la sección sindical se trabaja en el acondicionamiento del sótano del edificio Uno que se utilizará como estacionamiento. Detalló que ya se cuenta con recursos para los trabajos de balizamientos, los cuales registran algunos avances, al informar que, para que los estacionamientos se puedan utilizar se estima una inversión de siete millones de pesos.
“Solo contamos con recursos autogenerados para acondicionar las protecciones de las columnas, que son necesarias para abrir el estacionamiento”.
Posada Vique dijo que lo que resta del año se pretende adquirir el material necesario para abrir de manera parcial el estacionamiento y consideró que el próximo año se podrá contar con al menos uno de los niveles para su uso.
“Los profesores se están sumando de manera paulatina para colaborar y obtener recursos para invertir en las protecciones”, reiteró.
Son más de 200 cajones de estacionamientos en dos niveles y se buscan recursos a través de cursos de idiomas, diplomados, los cursos intersemestrales y el recién realizado curso propedéutico de nuevo ingreso que se invierten en la planta de tratamiento y el mantenimiento de los elevadores, para lo cual se requieren al menos once mil pesos.
“Son gastos considerables, por el tipo de infraestructura y estamos trabajando para que en el próximo año se tenga una estabilidad. Al momento se busca adquirir bancas y habilitar las terrazas y pasillos, así como la biblioteca”.
Cabe recordar que el 3 de marzo de 2022, los estudiantes de la Facultad de Arquitectura y de la Escuela de Turismo, que habían tomado clases extramuros más de un semestre, accedieron al edificio Uno para ocuparlo y desde entonces se han ido adaptando a las condiciones de falta de infraestructura y servicios eficientes, como el uso de elevador.