El fin de semana pasado tuve la oportunidad de visitar, por primera vez, el museo Anahuacalli en la Ciudad de México. El recinto, también llamado la “ciudad de las artes”, fue propiamente bautizado por Diego Rivera.
La historia del museo se remonta al año de 1940, primer año en donde Diego Rivera, pintor mexicano con una fuerte tradición por las culturas prehispánicas y ferviente coleccionista de piezas prehispánicas con valor histórico, comenzó a idear un proyecto que pudiera albergar sus piezas.
Al ser la ciudad de las artes una edificación bastante ambiciosa, Diego Rivera invita a sus amigos arquitectos Juan O’Gorman, Ruth Rivera y Carlos Pellicer para que le ayuden a plasmar el sueño del muralista mexicano. Los arquitectos, además de ayudar en el diseño y la construcción, aportaron sus conocimientos en la elaboración de la propia museografía que, en esencia, son la base rectora de todo el proyecto.
El museo Anahuacalli, como se conoce hoy en día, tuvo grandes avances en los últimos años de vida de Diego Rivera, que por desgracia en el año de 1957 fallece sin poder ver finalizada su “ciudad de las artes”.
Después de la muerte del pintor, su amiga y mecenas Dolores Olmedo costeó y finalizó la obra, que se inauguró en el año 1964.
En los grandes pensamientos de Diego Rivera, el museo era más allá de un recinto de exhibición. Su sueño principal era lograr un lugar que contemplara espacios públicos y de exposición. Fue en los escritos del artista de 1950, “Exposición para un proyecto para la Ciudad de las Artes” que menciono por primera vez ese término para su complejo artísticos.
En mi perspectiva puedo decir con certeza que, el museo hoy en día es la “ciudad de las artes”, desde el edificio entendido como una identidad precolombina y contextualizada desde su escala y materialidad, al seleccionar correctamente la materia prima del lugar, la roca volcánica del mismo pedregal, lugar que nació por la erupción del volcán Xitle.
Fue hasta el año 2016 que se retoma el sueño de Diego Rivero sobre construir la “ciudad de las artes” con el arquitecto mexicano Mauricio Rocha, cuya oficina trabajó por cuatro años para la ampliación del Museo Anahuacalli que, en 2021 fue abierto al público en general.
En la actualidad esta ciudad posee:
Museos de arquitectura
Música y danza
Talleres de artesanías
Foros de cine y teatro experimental
Sin duda la experiencia vivida al caminar, tocar y ver la ciudad de las artes es emocionante y con mucho gusto les digo que son complejos que todo mexicano y extranjero debe visitar al menos una vez en su vida.