Dijo que cerca del 70% del total de las unidades enfrentan serios problemas de desgaste, pero sobre todo aquellas relacionadas con las instancias de seguridad, "los cálculos indican que la vida de un auto en manos de la SSP o la Procuraduría, en promedio es de dos años. Hay que invertir anualmente en la compra de unos 100 para poder mantener en condiciones adecuadas su flotilla, sin embargo, ellos lo hacen a través del Fideicomiso del Fondo de Seguridad Pública”.
Olguín Rosas agregó que a fin de priorizar necesidades del área de prevención y seguridad, la mayor parte del gabinete estatal ha tenido que sacrificarse y no renovar sus vehículos de trabajo para generar recursos a necesidades urgentes.
No obstante, dijo que hay áreas que requieren de intenso uso de automotores para el buen desempeño de las responsabilidades, una de estas es la de servicios generales, por ello se ha decidido adquirir unas 50 unidades para sustituir las más antiguas que ya representan una carga para el Gobierno, porque están continuamente en el taller.
Para este propósito, destacó el funcionario, se tienen programados 5 millones de pesos del rubro de adquisiciones, “pero se trata de instrumentos de trabajo indispensables”.
El esfuerzo en esta administración, abundó, ha sido meterle inversión al proyecto del Gobierno digital, “se mejoraron muchas oficinas públicas y la instrucción es modernizar también el padrón vehicular”.