Carlos Moreno, quien trabaja como operador del transporte público, afirmó que por respetar los descuentos a las personas con credencial del Inapam, en ocasiones con mucho esfuerzo apenas reúne el dinero para entregar la cuenta a su patrón.
“Aplicar los descuentos a las personas de la tercera edad es una desventaja para los operadores, porque nosotros tenemos que entregar la cuenta completa y al patrón no le importa si se aplicaron o no los descuentos, él quiere la cuenta completa y además hay que juntar el dinero para comprar la gasolina”.
Señaló que diariamente realiza cinco recorridos de base a base y se ha percatado de que llegan a subir entre 60 y 70 personas de la tercera edad, a quienes tiene que cobrar cinco pesos por el pasaje, pues de lo contrario existe el riesgo de que lo acusen con su patrón y pueda hacerse acreedor a una sanción.
Dijo que su trayectoria al volante es de 20 años y a lo largo de este tiempo se ha encontrado con personas de todo tipo, desde los que se molestan por cualquier situación hasta los que le agradecen por el servicio, y con estos últimos recuerdos es con lo que se queda.
“Esto es cansado, pero a veces es mucha la necesidad de tener trabajo. Aquí no tenemos seguro social ni prestaciones, como en un trabajo estable; aquí se vive al día”.
Sin embargo, afirmó que no ha pensado en dejar su labor, pues ha logrado mantener a su familia desde hace 20 años.