Mauricio Popoca trabaja como chofer de taxi pero, como el padre soltero que es, también se hace cargo de las tareas del hogar, porque desde hace cinco años vive solo con sus hijos, luego de que su expareja emigró a Estados Unidos.
Ser padre y madre -refiere- es una tarea difícil, pues no solo se hace el quehacer y la comida, sino que también hay que llevar y recoger a los hijos a la escuela.
"Hace cinco años me separé de la mamá de mis hijos. Se fue a Estados Unidos y me los dejó, pero estoy contento con ellos. No es fácil, pero siempre les digo que le echen ganas en la escuela para que tengan una carrera profesional y de lo demás yo me encargo”.
Su labor como chofer de taxi empieza a las cinco y media de la mañana y termina a las seis de la tarde, cuando llega a su casa a preparar la comida. En el transcurso del día lleva y recoge a sus hijos de la escuela.
“No me gusta ser desobligado. En la mañana hago dos servicios (viajes) que tengo programados, llevo a mis hijos a la escuela y regreso al trabajo. Llego a la casa para hacer la comida, pero a veces uno llega cansado o simplemente no hay ganas, así que mejor compramos algo de comer”.
Mauricio señaló que su trayectoria al volante es de 32 años y a lo largo de ese tiempo ha vivido muchas anécdotas, pero la que más recuerda es la de una mujer embarazada que pidió el servicio al IMSS y antes de llegar al hospital empezó con trabajo de parto.
“Ese día su mamá se bajó a buscar una silla de ruedas y yo me esperé porque no me habían pagado, luego regresó otra chica a decirme ‘ya nació, es un varón’, pero le dije que yo no era el papá, que solo presté el servicio y estaba esperando el pago”.
Mauricio también prepara barbacoa para eventos y siembra maíz debido a que -afirmó- la clientela del taxi disminuyó de manera considerable, a raíz de que llegaron los servicios por aplicación.
Dijo que en ocasiones con mucho esfuerzo logra realizar entre 10 y 15 viajes.