En esta temporada de Muertos, el disfraz de un personaje que no falta es el de Chucky, el muñeco diabólico. En Cuernavaca hay un muchacho que tiene varios muy especiales y conoce mucho sobre él; además, no le tiene miedo.
Luis Ángel González Arroyo o Luigy, de 26 años de edad, estilista profesional, posee una colección de 13 diferentes Chuckys, todos adquiridos a la empresa que tiene los derechos de venta de los muñecos: Trick or Treat Studios. El más reciente lo compró el año pasado y es el de la serie El culto de Chucky.
El valor aproximado de todos es de 60 mil pesos. El Plush Body Good Guy ha sido el más difícil de conseguir y el más caro, le costó seis mil 500 pesos.
En entrevista, Luigy relató que la primera vez que vio a su personaje preferido fue en la televisión, cuando tenía como 10 años y desde ese momento le llamó poderosamente la atención. Para entonces, la zaga contaba con cinco largometrajes: Child's Play (1988); Chucky: El muñeco diabólico 2 (1990); Chucky: el muñeco diabólico 3 (1991); La novia de Chucky (1998); El hijo de Chucky (2004).
A él le tocaría ver el estreno de La maldición de Chucky (2013) y la serie de Netflix El culto de Chucky (octubre de 2021). Esta última aún no está disponible en México, pero se puede conseguir por otros medios.
Todavía era un niño cuando pidió a sus padres que le compraran el muñeco, pero le respondieron que no tenían dinero.
Pasaron los años y Luigy se volvió más fanático, hasta que en 2012 pudo comprarse, con sus ahorros de dos años de trabajo, un muñeco diabólico original.
Es difícil que alguien desconozca al muñeco asesino. Tuvo gran auge en los años 80 y 90, y en la actualidad sigue vigente.
Child's Play (titulada en México Chucky el muñeco diabólico) es unlargometraje de terror dirigida y coescrita por Tom Holland, y producida por David Kirschner a partir de una historia de Don Mancini. Es protagonizada por Brad Dourif, Catherine Hicks, Chris Sarandon, Alex Vincent y Dinah Manoff. Hicks personifica a una madre viuda que le da un muñeco a su hijo, interpretado por Vincent, sin saber que el muñeco está poseído por el alma de un asesino en serie interpretado por Dourif.
Charles Lee Ray, el "estrangulador de Lakeshore", es un personaje inventado por Don Mancini, a partir nombre de una composición de los famosos asesinos Charles Manson, Lee Harvey Oswald y James Earl Ray.
A su vez, Chucky es una sátira de los Cabbage Patch muy de moda a finales de los 80 y principios de los 90.
Luigy tiene a sus muñecos en su habitación. El de tamaño natural mide 70 cm y otros de 45 cm. Su santuario, sobre el que algunos de sus amigos y amigas han dicho que tiene una vibra pesada, que guardan energías fuertes, está decorado con motivos de películas y personajes de terror como Jason Voorhees, protagonista de la serie de películas Friday the 13th, Frederick Charles Krueger de la serie de películas A Nightmare on Elm Street; Pennywise, también llamado Eso, un personaje de las películas It, entre otros, pero de todos, prefiere a Chucky.
Dijo que es fanático de las películas de terror y que se reúne con sus amigos y amigas para verlas y que de este género hay muchos personajes que van y vienen, pero muy pocos, como el caso del muñeco diabólico, se quedan.
“Las de él me atrajeron desde el inicio por su historia, las tengo todas, mi escena favorita es donde queman a Chucky, en la primera. Me pareció increíble que una persona le pudiera pasar su alma a un muñeco y que éste se volviera malvado. Usaron o mezclaron vudú, que no era muy conocido en este tipo de películas”.
“Por otro lado el muñeco es de un material de calidad, todo está fabricado en Estados Unidos, lo diseñaron y lo elaboraron muy bien. Las películas son de mucho presupuesto y cuidan cada escena. Han incluido a los muñecos de diferente material, desde títeres hasta animatronics. Toda la producción y la historia se centran en el personaje principal. Como ocurre con otras películas de gran presupuesto en donde el personaje es un hombre o una mujer, pero acá es un muñeco, eso me parece fabuloso”, explicó.
Luigy le da mantenimiento a su colección. Los limpia de una manera cuidadosa porque la ropa es muy delicada, además los arregla y les corta el pelo, eso le da mucha tranquilidad, mucha felicidad, mucha armonía.
“Uno puedo pedir el muñeco como quiera, hay opciones, prefiero que traigan el cabello un poco largo porque me gusta arreglarlos, afinarles el corte”, explicó.
De vez en cuando sale con sus amigos y amigas a las plazas comerciales con algunos de sus Chuckys y la mayoría de la gente lo ve con rareza, otros se acercan y le piden permiso para tomarse una foto con ellos, y él dueño acepta con gusto, aunque confesó que hay personas que lo ven y se retiran inmediatamente.
“Una vez un señor se me acercó y me preguntó cuánto le vendía el Chucky con cuchillo en mano. Yo no lo iba a vender, desde luego, pero le dije que cinco mil 500 y se le hizo muy caro. La gente cree que un muñeco vale 800 pesos, pero desconoce muchas cosas”.
Luigy no le tiene miedo a nada, menos a las películas o las series de terror, disfruta de ellas, de la trama, de verlas con sus amigos, no solamente en temporada de Muertos sino en cualquier época del año.
“Compré el Chucky de las cicatrices y lo senté en su lugar, pero sin explicación alguna aparecía en otro sitio. Los demás muñecos estaban donde yo los acomodaba, pero el desfigurado no. No me dio miedo, pero sí me extrañó bastante, se lo conté a mis amigos y amigas y también se les hizo raro”.
Un grupo en Facebook
Luigy es miembro de un grupo de aficionados a las películas de terror, está en Facebook. Ahí hay constantes actividades de intercambio de videos, fotos y experiencias de los coleccionistas. Muchos tiene personajes de Viernes 13 o de Pesadilla en la calle del infierno, y desde luego hay varios fans de Chucky.
“En ese grupo cerrado, de aproximadamente quinientas personas, comentamos y platicamos, hacemos transmiciones en vivo cuando hay alguna novedad o cuando queremos compartir nuestra actividades de aficionados con los demás. A mí me han ayudado mucho porque conocen, son expertos en el tema. Las compras que he hecho por internet han sido seguras, porque me he asesorado con mis amigos y amigas del grupo. He sabido de personas a las que han estafado, porque les ofrecen algo y no es de la calidad que dicen o no son originales. Hay muchas personas que buscan aprovecharse de los demás, pero con el tiempo y la práctica uno va aprendiendo y conociendo los productos. Yo siempre digo a mis amigos y amigas que no se dejen sorprender. Pagar cinco u ocho mil pesos por algo podría parecer caro, pero para mí no, porque son productos de gran calidad, originales, adquiridos con los vendedores que tienen los derechos para ello, son compras legales y efectivas. Yo he visto que de pronto quieren vender muñecos originales que no lo son, se vuelve uno conocedor”.
Luigy no conoce físicamente a los miembros del grupo, pero sabe que en Morelos hay varios coleccionistas de su personaje favorito.
Su afición por este muñeco ha contagiado a otras personas, como a su amigo Nino, que tiene un muñeco original, grande, de Chucky, con el que sale a la calle en algunos días de descanso y también es blanco de muchas miradas.
“Voy a seguir coleccionándolos, pero para eso se necesita dinero, esta afición es muy cara”, concluyó.
La verdadera historia
La historia del muñeco diabólico está muy bien documentada en internet.
Publimetro publicó un artículo de Giorkys Pizzarelli, en él se explica que la película se inspiró en un muñeco llamado Robert, propiedad del pintor Robert Eugene Otto, el “juguete” y resguardado en el “Fort East Martello Museum”, ubicado en Key West, Florida.
Fue entregado al pintor en 1903, como un regalo en su infancia por parte de una mujer que trabajaba para la familia, pero que ésta había sido maltratada y para vengarse de las personas que la dañaron, aprendió a usar vudú.
El muñeco tenía un traje de marinero y en sus manos llevaba un león de juguete, razón por la que le gustó tanto a Otto, quien lo trataba y hablaba con él como si fuera un niño real.
Algunas personas aseguraban que el juguete parpadeaba, se reía y hasta se veía caminar en la casa cuando la familia no estaba, muchas veces Eugene era sorprendido llorando cuando estaba en compañía del temeroso muñeco.
Con el paso de los años, Otto se fue de su casa y dejó a Robert en el olvido, hasta que sus padres murieron y este heredó su casa, a donde regresó para reencontrarse con su muñeco de la infancia, quien estuvo durante un tiempo con una mujer de nombre Myrtle Reuters, que aseguraba que su hija había sido atacada por el juguete.
Desde ese momento, decidieron donarlo al Museo Fort East Martello en el año 1994, en donde continúa.
Chuky se mostró, por única vez fuera del lugar donde permanece guardado, en una convención sobre lo paranormal, celebrada en Clearwater, Florida, en mayo de 2008.