Enrique Rodríguez labora como chofer de taxi, pero también trabaja como chofer particular, debido a que -asegura- en ocasiones con mucho esfuerzo apenas reúne el dinero para entregar la cuenta a su patrón, que es de 250 pesos diarios.
Hace diez años incursionó en el transporte, pues en ese tiempo era muy redituable; sin embargo, desde que llegaron las plataformas como Uber y Didi sus ingresos disminuyeron considerablemente.
Ante esa situación optó por también registrarse en las plataformas digitales, pero al poco tiempo lo dejó pues no le convencieron las tarifas reducidas que manejan las aplicaciones, ya que lo hacían tener que trabajar horas extras.
Por lo anterior, decidió buscar trabajo como chofer particular, una labor que realiza en los meses que son de temporada baja para los taxistas.
“Desde chiquito me gustó el transporte, lo aprendí de mi papá; él me dio muchos consejos y además de traer el taxi también soy chofer particular, porque como taxista vas al día y como particular tienes tu pago asegurado en la semana”.
El entrevistado refirió que en su actividad diaria se ha encontrado con todo tipo de personas; algunos lloran y otros simplemente necesitan alguien que los escuche.
“Aquí eres como un psicólogo porque escuchas a la gente. Aquí la gente se desahoga y a veces hasta lloran, pero cuando tú estás mal no hay quien te escuche”.