El Centro de Integración Juvenil señala que la adicción a esa droga afecta a menores pero también a mujeres; niños de once años ya han pedido ayuda.

Tras la pandemia se incrementó hasta en un 70 por ciento la estadística de los consumidores de la droga llamada cristal, según los datos del Centro de Integración Juvenil (CIJ) de Morelos. Además, en los dos últimos años creció la cifra de jóvenes y mujeres que tienen adicción al alcohol. Entre los factores, se identifican la accesibilidad a esas sustancias y la violencia.  

Lo anterior fue dado a conocer por especialistas durante la conferencia de prensa en la que se anunció la próxima edición número 29 de la semana Nacional “Sumando Esfuerzos” convocada por la Central Mexicana de Servicios Generales de Alcohólicos Anónimos, que se realizará en la entidad del 22 al 28 de este mes. En este encuentro se sumaron este año diversas instituciones del sector salud como el IMSS y el ISSSTE, así como los Centros de Integración Juvenil entre otros.  

En este contexto, el titular de los CIJ en Cuernavaca, Ricardo Labia Maldonado, informó que luego de la pandemia ha sido notorio el aumento de personas que llegan a esta institución, por consumo de la droga cristal entre un 65 y u 70 por ciento con respecto al 2021, al grado de que durante el año 2023 ya sumaban el 50 por ciento de sus pacientes.   

Antes de la pandemia la mayoría acudían por adicción al alcohol y tabaco y comenzaban a ver un repunte por heroína. Ahora se nota el alza en torno al cristal; además entre los asistentes de primera vez ya se presentan jóvenes desde los 11 y los 17 años de edad.  

El experto mencionó que el factor principal en este grupo, es la notoria accesibilidad a esta droga “dura” tanto por disponibilidad en su entorno social como el “bajo” costo económico. Sin embargo, circulan dosis más pequeñas pero el impacto “es más fuerte” al igual que los efectos en la salud pues se los usuarios se pueden intoxicar más fuerte.  

Por ahora en Morelos, en pacientes de CIJ, no se ha registrado alza en el consumo de fentanilo, como en otras entidades.  

Labia Maldonado expuso que en esta dinámica – que es un claro reflejo de lo que pasa en términos generales en el estado- inciden conflictos familiares o problemas en los individuos pero también aspectos sociales como la violencia. 

Los CIJ atendieron el año pasado aproximadamente mil 700 personas tanto a usuarios como a sus familiares. 

Martha Patricia Cantú Ochoa, especialista de la Sociedad Morelense de Salud Mental, refirió que de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Salud, el consumo de alcohol aumentó en adolescentes y en mujeres. La proporción en la población femenina creció de cuatro hombres por cada mujer, a 1.l5 por cada varón, es decir casi se iguala.