Para Margarita Padilla, quien se dedica a la venta de tamales en la avenida Vicente Guerrero de Cuernavaca, las ventas se mantuvieron bajas pese al día de la candelaria.
“Empecé a vender tamales cuando empezó la pandemia debido a que nos quedamos sin trabajo y decidimos poner nuestro puesto de tamales. Ahora ya llevamos mas de tres años y gracias a dios tenemos ventas, excepto este día, que sí, la gente no salió por sus tamales” comentó Margarita Padilla.
La comerciante asegura que vendió menos tamales el dos de febrero comparado con los días normales: “en cada esquina venden tamales. Justo el día de la candelaria todos vendían de diferentes tipos y la gente se anticipa a hacer pedidos. Yo casi no tuve muchos pedidos, solo de algunos clientes que ya tenía por el local de la comida, pero si no, no hubiera tenido nada”.
Sin embargo, Margarita Padilla, sigue con la esperanza de poner de nuevo su cocina económica, para dejar de vender en las calles: “es bien difícil esta situación, muchos piensan que es fácil y que uno se puede recuperar rápido. Yo sí me voy a esforzar para volver a abrir mi negocio de comida, porque es lo que me gusta y primero Dios en uno o dos años volveremos a tenerla”.
“No es solo un día en los que se pueden comprar tamales, todos los días se pueden comprar debido a que yo los hago rápido y muy ricos, nosotros vendemos en esta avenida y también vendemos en mi casa por Lomas de Ahuatlán” apuntó.