El hombre de 67 años de edad, que en vida residía en el poblado de Santa María Ahuacatilán, llegó al centro de salud ya referido y conforme a la versión del funcionario, manifestó que desde dos días anteriores tenía dolores en el área precordial (en el pecho y hombro), por lo que se le hizo la valoración correspondiente, y de manera posterior sufrió un desvanecimiento, por lo que se llevaron a cabo maniobras de resucitación.
“Estamos ahora ante la evidencia probable de una tromboembolia o un infarto. Entendemos que la persona no presentaba datos significativos al principio, sin embargo es factible que días anteriores ya hubiera tenido alguna alteración, incluso infartos miocárdicos previos. Ahora se tendrá que proceder tras una necropsia de ley”, expresó el secretario al destacar que en los expedientes se tienen todos los datos, los horarios, tiempos de atención, además de personas que podrían dar su testimonio.
Apuntó que toda enfermedad implica la investigación y seguimiento de procedimientos y para ello se hacen los expedientes y notas médicas. Caballero Solano enfatizó que en cualquier caso de muerte se hacen análisis sobre las causas del fallecimiento, para emitir precisamente el certificado de defunción y dejar claro lo que sucedió.
“Sería muy irresponsable hoy calificar una acción, cuando tiene que haber primero una investigación, una vez que haya más claridad, emitir un dictamen”, abundó al admitir que no es habitual que haya un deceso en un centro de salud.
Por lo anterior, informó desde este día las actividades que habían sido suspendidas, mientras que el personal de la Procuraduría de Justicia del Estado hacía su trabajo, serán reanudadas.