Con el calor volvió a poner su puesto.
"Apenas en febrero volví a sacar el puesto y me está funcionando bien. Es que los meses anteriores no hacía tanto calor como ahora", relató Teresa Peralta, quien se dedica a la venta de chamoyadas frutales en la colonia Flores Magón de Cuernavaca.
"Ya me estaba dando por vencida y quería vender la vitrina que saco para el puesto. Lo que fue noviembre, diciembre y enero cerré porque me empezó a ir muy mal y nada más se me descomponía la fruta", dijo.
"Hace un mes que los vecinos empezaron a tocar mi puerta para que les vendiera una chamoyada y se las preparaba en el momento con la fruta que yo tenía en casa, pero me animé a volver a poner el puesto y me está funcionando bastante bien".
La mujer comentó que el clima caluroso favorece sus ventas. "Sobre todo en la tarde cuando el sol está a todo lo que da. Se antoja una bebida bien fría y muchos saben que aquí vendemos chamoyadas refrescantes y muy ricas. Por eso creo que me va bien con la venta, cosa contraria a los meses en donde hacía frío".
"No es algo difícil de hacer y tampoco se ocupan muchas cosas. Yo que ya soy un poco mayor lo puedo hacer muy bien y ganarme mi dinerito. Lo único que sí hay que cuidar es lo que se descompone, como la fruta".
"Normalmente se venden más las chamoyadas de fresa, de mango, sandía y naranja, por eso solo compro esa fruta cada tercer día. Antes compraba guayaba, mamey, piña y de otras frutas, pero la verdad nada más se me quedaban y ni me las pedían. Bueno, era muy rara la persona que le gustaban esos sabores. Por esa razón sólo compro lo que más me piden y no hago gastos innecesarios", terminó diciendo Teresa Peralta.