Sin embargo, Simón reconoce que por culpa de las plataformas sus ganancias se han reducido a la mitad.
Simón López Figueroa, cuya trayectoria al volante es de 25 años, asegura que a raíz de que llegaron las plataformas que prestan el servicio de transporte de manera privada, sus ingresos disminuyeron hasta un 50 por ciento, pero no ha pensado registrarse en las aplicaciones, porque se cansa de permanecer más de ocho horas sentado.
Dijo que prefiere el taxi tradicional, pues tiene oportunidad de tomar varios descansos durante su jornada laboral, ya sea en los mercados o en las inmediaciones de los supermercados, lo que cree no podría hacer como chofer de plataforma pues, según le han comentado, los viajes son uno tras otro.
“Afectan las plataformas porque hemos visto una disminución en el pasaje y a veces con mucho esfuerzo juntamos entre 200 y 250 pesos, pero también nos ha pegado la inseguridad. Por ejemplo, yo no levanto a grupos de hombres porque voy con el pendiente de que me pueda pasar algo; prefiero llevar a familias o mujeres”.
Una medida de seguridad -dijo el trabajador del volante- es fijarse en la vestimenta y aspecto físico de los hombres; además, hace caso a su instinto y sólo así se ha salvado de ser víctima de un asalto.
También evita prestar el servicio a colonias peligrosas, donde tiene reporte de que sus colegas han sido asaltados.
El entrevistado señaló que seguirá al volante “hasta que el cuerpo le aguante”, porque hace unos años compró a crédito su vehículo para dejar de entregar la cuenta.