De acuerdo con información recabada por La Unión de Morelos, un grupo de alrededor de 50 usuarios de esta institución bancaria acudió a los cajeros para retirar dinero y se percataron de que ya no tenía efectivo.

A principios de junio pasado, en la zona sur un grupo importante de cuentahabientes de Banamex y de Bancomer fueron presa del pánico al encontrar que sus tarjetas estaban sin dinero. Semanas anteriores en Cuernavaca ya se había dado esta misma situación en algunos cajeros de las mismas sucursales, incluido el banco Santander.

Posteriormente, en Tepoztlán y Yautepec sucedió el mismo hecho, a lo que el delegado de la Condusef en Morelos, Armando Sanders de Mendoza, explicó que se trataba de un problema de la delincuencia organizada que estaba clonando tarjetas, poniendo dispositivos a diferentes cajeros del estado y con eso tenía acceso a la información de los usuarios que posteriormente se vieron afectados con la falta de efectivo en sus tarjetas, principalmente de débito.

Fuentes extraoficiales señalaron que no sólo se trata de un grupo de personas que clonan tarjetas con dispositivos sofisticados, sino que estos bancos han sido objeto de robo a sus bases de datos desde Estados Unidos y eso ha generado que muchos de los usuarios se hayan visto afectados, junto con los bancos mencionados ya que además de pagar el dinero que han robado estos grupos organizados, han tenido que implementar algunas estrategias y por supuesto “solicitar nuevos cajeros con mayores dispositivos de seguridad para evitar la clonación, adicional a que los propios usuarios deben considerar mayores medidas preventivas para evitar que les clonen sus tarjetas”, advirtió Sanders de Mendoza.

Entre tanto, este problema sigue abarcando diferentes puntos de Morelos y el país, sin que los propios bancos puedan hacer nada en contra del crimen organizado. “Únicamente avanzando con el diseño de nuevas estrategias tecnológicas que les representa un gasto, pero tienen que hacerlo para proteger a los clientes de sus bancos”, señaló en su momento Sanders de Mendoza.