Rafael agradece que en el transporte tiene ingresos todos los días.

Rafael Gómez Gutiérrez empezó a trabajar a los siete años de edad como ayudante en un taller mecánico, y aunque no percibía un salario, no se quejaba porque deseaba aprender sobre este oficio para tener su propio negocio.

De sus estudios, dijo que con mucho esfuerzo terminó primer año de secundaria, pues ya sabía que la escuela no era lo suyo y comenzó a trabajar.

Al cumplir la mayoría de edad abrió su taller mecánico, pero fue víctima de robo y lo tuvo que cerrar. 

Su primera opción de trabajo fue la "ruta", porque necesitaba dinero para los gastos de su casa. Aunque está a gusto en este oficio, señaló que es una labor cansada, ya que dedica de 14 a 16 horas al volante de lunes a sábado.

"Aquí hay personas amables y otros que también son déspotas, unos hasta te quieren golpear, pero uno tiene que estar tranquilo y no responder para que no pase a mayores".

El entrevistado señaló que le afecta respetar los descuentos a las personas con credencial del Inapam, ya que también hay pasajeros que le dicen "ahorita le pago" y se les olvida; sin embargo, agradece que todos los días lleve dinero a su casa. 

"Ahorita pienso seguir aquí porque me gusta este trabajo, además, el patrón es tranquilo y afortunadamente siempre junto el dinero para la cuenta y el diésel; aquí estoy a gusto", dijo.