El turismo debe contribuir a acelerar el cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. En este caso hablaremos del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 6, acerca del “Agua y saneamiento”, el cual señala lo siguiente “Garantizar la disponibilidad de agua, su gestión sostenible y el saneamiento para todos” lo que también aplica para el sector turístico.
Como bien sabes, hoy en día se vive una crisis planetaria en el tema del agua y habrás escuchado acerca de la necesidad de implementar planes de acción climática que consideren efectos como los fenómenos hidrometeorológicos extremos, por ejemplo: sequías, tormentas y huracanes, así como el impacto a los ecosistemas; cuyas consecuencias o afectaciones también se reflejan en los servicios turísticos.
En este sentido, la Organización Mundial del Turismo (OMT) señala que a nivel global se presentan grandes retos y oportunidades debido al crecimiento del sector. Como indicador principal se considera la huella hídrica, es decir, el volumen total de agua utilizado en las actividades turísticas y que toma en cuenta el origen del agua a consumir (lluvia), el agua superficial y subterránea que se extrae, y el agua que se contamina al llevar a cabo las actividades requeridas. También se plantea el uso de tecnologías verdes para un aprovechamiento sostenible y adecuado, así como el papel pedagógico que se puede ejercer con los turistas.
Seguramente estarás pensando que esta situación es similar en el estado de Morelos. Déjame contarte que debido a la diversa oferta turística de la entidad se han implementado medidas para el cuidado del agua, que incluyen: reparación de fugas, reutilización, instalación de sistemas de bajo consumo (inodoros, regaderas), vegetación endémica y riego en horarios adecuados y tratamiento de aguas residuales, además de la concientización de los turistas sobre el ahorro y el uso adecuado del agua. También se han llevado a cabo otras acciones en pro del cuidado del ambiente que inciden en el tema, como la prohibición del uso del unicel al interior de los espacios, y talleres sobre elaboración de composta y polinizadores.
Sin embargo; hace falta tener presente los efectos del cambio climático, así como la contaminación y la escasez de agua. Otras medidas que se pueden incluir basándose en historias de éxito y lecciones aprendidas tanto a nivel nacional como internacional, y que impactan en una mayor o menor demanda y consumo de agua son: la implementación de la economía circular, evitar el desperdicio de alimentos, eliminar los plásticos innecesarios, reutilización y gestión de residuos, uso de protectores solares amigables con el medio ambiente (aproximadamente 14,000 toneladas de esta sustancia terminan en nuestros ríos, lagos y mares), entre otros.
También se requiere el registro de datos sobre el consumo de agua en hoteles, balnearios, restaurantes, museos, áreas naturales protegidas y todos los espacios que brindan servicios turísticos en la entidad, así como el seguimiento y revisión del progreso logrado. Ya lo dijo Norbert Totschnig "El turismo no solo puede traer prosperidad, sino que también puede ser un motor para mejorar la calidad y la disponibilidad del agua en las regiones. Hay que esforzarse por gestionar el agua de forma eficiente, para mantener limpios nuestros ríos, nuestros lagos y el mar".
Todos conocemos la necesidad de contar con este vital líquido para el desarrollo de la vida misma, desde el consumo humano, higiene, labores del día a día, industria y diferentes sectores, incluyendo el turístico y sus actividades recreativas. ¡Es sumamente importante cuidar el agua, evitar su desperdicio y contaminación, ya que hacerlo es proteger parte de nuestro futuro!
TEXTO Y FOTOGRAFÍAS:
DRA. PAMELA ZÚÑIGA BELLO
PROFESORA DE LA ESCUELA DE TURISMO UAEM