De la “ruta” construyó su casa y abrió un taller de cerámica
Mario Balderas trabaja como operador del transporte público desde hace más de cuatro décadas y aunque reconoció que su cuerpo está cansado, dijo que no dejará el volante porque hay pocas personas que quieren laborar como choferes.
“La vida me aventó para acá porque estaba estudiando una ingeniería, pero por falta de dinero ya no pude seguir. Yo buscaba un trabajo de acuerdo a la escuela que tenía, pero no encontré y me quedé en el transporte”.
Dijo que en 1980 trabajó como checador de “rutas” y fue ahí donde aprendió a manejar; después comenzó a laborar como ayudante general en un centro médico, pero le pagaban un salario mínimo, por lo que lo dejó y regresó al volante.
En la actualidad tiene 65 años de edad y comentó que afortunadamente recibe el apoyo económico para personas de la tercera edad, de tal manera que puede solventar los gastos de su casa.
“A mi edad me canso y me estreso un poco más porque hay más tráfico, y en cuestión de patrimonio, acabo de comprar el carro, hice mi casa y tengo un taller de cerámica porque antes había más dinero y siempre me gustó ahorrar”.
Aunque motivó a sus hijos para que continuaran con sus estudios, señaló que no les gustó y uno sólo terminó la secundaria y el otro la preparatoria, por lo que les enseñó sobre este oficio.
Mario aseguró que la vista no le ha fallado y lo que le cansa son las largas jornadas debido a que su recorrido comienza a las seis de la mañana y termina a las diez de la noche, de lunes a domingo.