Lo anterior se hace con el objetivo de evitar que se registren siniestros como el ocurrido en agosto del año pasado, cuando las llamas consumieron la cuarta parte de los locales de la nave principal.
“Lo que se supervisa es que no haya cables pelados y que los comerciantes no conecten demasiados aparatos para que no haya una sobrecarga de energía eléctrica”, comentó.
Asimismo reiteró el exhorto a los comerciantes para que no obstruyan las llaves donde los bomberos pueden obtener agua en caso de originarse un incendio.
Es que cada vez que supervisan encuentran las llaves cubiertas con cajas de madera.
Por su parte, el administrador del mercado, Pedro Vargas Prisciliano, señaló que fueron reanudados los trabajos de alineación de puestos para que quede libre el paso de los clientes.
Este trabajo –refirió-- también se lleva a cabo en los alrededores de la nave comercial, en el área de andenes y en el llamado “Puente del Dragón”.