La dependencia federal, subrayaron, no puede avalar que no haya igualdad de condiciones para todos los participantes que deciden presentar sus trabajos artísticos en los concursos organizados por esa instancia, junto con las dependencias culturales estatales que también participan, y que ofrecen “jugosos premios” con recursos públicos para los ganadores, añadieron.
“Si las autoridades del INBA conocen de casos en donde no haya equidad en los concursos, si saben de esa circunstancia y no hacen nada para impedirlo, desde luego que se les puede llamar a un procedimiento de carácter administrativo y podrían hacerse acreedores, por lo menos, a una suspensión, una inhabilitación o una multa, que son las sanciones que prevé la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos cuando se viola alguno de los principios de los servidores públicos en su quehacer e inclusive hasta su destitución.”
Así lo aseguró, al ser consultado al respecto, el Doctor en Ciencias Políticas y Maestro en Derecho Cipriano Sotelo Salgado, quien funge en la actualidad como presidente de la asociación civil Fiscalía Social Morelense.
El también ex presidente de la Asociación de Abogados Penalistas del Estado de Morelos se refirió al fallo del jurado del “Premio Iberoamericano Bellas Artes de Poesía Carlos Pellicer 2011” –integrado por los escritores Alfonso D’Aquino, Juan Bañuelos y Francisco Magaña- que decidió otorgar, por unanimidad, el premio –consistente en cien mil pesos y diploma- al libro “El silencio del bosque”, del escritor Ángel Cuevas, actual coordinador del Fondo Editorial Borda.
Sin embargo, la obra ganadora surgió del Taller Literario “Poesía y Silencio” -que dirige el propio Alfonso D’Aquino-, como inclusive aparece en el interior del volumen editado por Ediciones Sin Nombre.
Además de esa relación entre ese miembro del jurado y el concursante, entre ambos también ha existido una relación de trabajo, ya que D’Aquino ha participado en diversas ediciones de libros que publica el Fondo Editorial que está a cargo de Ángel Cuevas.
RIGOR PARA EVITAR CONFLICTO DE INTERESES
Al respecto, se le cuestionó al jurista Sotelo Salgado:
-¿Considera que no hubo equidad entonces?
-Desde nuestra óptica, acorde a los principios que rigen la función pública, el señor Alfonso D’Aquino debió haberse excusado de participar, por el simple hecho de que tenía una estrecha relación con el participante y esto, aun y cuando pudiera tener méritos el participante, le daba baja credibilidad al proceso.
-El trabajo ganador salió del taller literario de uno de los jurados, ¿no fue como autopremiarse también?
-Sí, desde luego, creo que se hizo un reconocimiento él mismo. En este caso concreto debió haber pedido a la persona que estaba participando que no participara o bien él hacerse a un lado, porque todo esto son datos que nos hacen pensar, obviamente, que el veredicto, por cuanto a D’Aquino se refiere, no fue objetivo, sino que se vio influenciado por una relación personal de él, por haberse creado la obra ganadora en su taller y porque tiene una relación de trabajo previa.
“Era evidente que no debió inclusive haber participado. Ese miembro del jurado fue juez y parte en esta ocasión y creo que eso es lo que le pega a la institución (INBA)”, a quien le corresponde vigilar con rigor que los jurados no tengan ese conflicto de intereses, subrayó Sotelo.
-¿Lo más ético debió haber sido renunciar al cargo como jurado?
-Probablemente el concursante tenía los méritos, pero aquí ese miembro del jurado es el que se encuentra viciado, si él sabía de antemano que en su taller literario se hizo la edición con la que estaba participando, pues obviamente aquí debió haberse excusado y decir: ‘señores, yo no puedo participar, porque antes ya tuve contacto con esta persona y no quiero que se vaya a malinterpretar’; sin embargo, al no haberlo hecho sí incurrió desde luego en una conducta que deja mucho que decir.
*OTROS PROCEDIMIENTOS QUE EL INBA NO PUEDE DEJAR PASAR
En el acta del fallo del jurado del “Premio Iberoamericano Bellas Artes de Poesía Carlos Pellicer”, del que la Coordinación Nacional de Literatura del INBA ofrece en su portal de internet una copia escaneada del original, con el que respalda la noticia con la que se dio a conocer el nombre del ganador del certamen, se expone textualmente:
“En la ciudad de México, a las 11:35 horas del jueves 20 de octubre de 2011, reunido en el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia (avenida Nuevo León número 91, colonia Condesa, delegación Cuauhtémoc), el jurado del Premio Iberoamericano Bellas Artes de Poesía para Obra Publicada, convocado por el Instituto Nacional de Bellas Artes y el Gobierno del Estado de Tabasco, por medio de su Instituto Estatal de Cultura, y compuesto por Alfonso D’Aquino, Francisco Magaña y Juan Bañuelos (quien deliberó vía telefónica por su estado de salud), decidió otorgar por unanimidad el premio al libro titulado “El silencio del bosque”, escrito por Ángel Cuevas y publicado por Ediciones Sin Nombre. El jurado destacó la concisión del lenguaje, que mantiene la tensión en todo su conjunto, gracias a la unidad del poema”.
A la vista de una copia del documento, el abogado Cipriano Sotelo sostiene que el original por sí mismo constituye un documento jurídico, y que al ponerse en línea puede ser apreciado por cualquiera y dado su contenido, el fallo tomado por los tres poetas “sí podría venirse abajo”, además de que se muestra que el INBA no tenía contemplado qué hacer en casos así.
*CUALQUIER CIUDADANO PUEDE QUEJARSE
“Se podría invalidar el fallo que se emite vía telefónica (de Juan Bañuelos) y también el fallo que emitió la persona que estaba impedida (Alfonso D’Aquino); entonces la decisión se quedaría con un solo voto, habría que llevar un procedimiento totalmente jurídico y sí se puede venir abajo, porque aquí hay dos omisiones: la de quien no estuvo presente cuando era su obligación, y para eso aceptó ser jurado, y de la otra persona (D’Aquino).
“Entonces, creo que este fallo sí podría venirse abajo desde el punto de vista jurídico, con independencia de que los demás concursantes -o inclusive cualquier ciudadano sin haber concursado, porque son fondos públicos- podrían interponer una queja oficiosamente, inclusive hasta narrarlo por teléfono a la Secretaría de la Función Pública, que de oficio puede analizar el caso, después de que se levante un procedimiento administrativo”.
*SUSTITUTOS PARA CASOS DE ENFERMEDAD O EXCUSAS
-¿A pesar de la salvedad que ponen en el acta de que uno de los miembros del jurado estuvo enfermo?
-No importa, yo creo que las autoridades del INBA debieron haber previsto esa circunstancia para que entrara en su momento un sustituto, establecer esa figura para casos de enfermedad o de excusas, porque llegaríamos al absurdo de que si uno de los miembros del jurado hubiera fallecido, con dos que firmaran sería suficiente.
Ahora y peor aún: si uno de los jurados estaba enfermo, no sabemos si estaba con la capacidad de poder emitir un veredicto y establecer su decisión a favor de quién. Habría que ver si su estado enfermizo estaban mermando su voluntad o, desde el punto de vista jurídico, si estaba incapacitado para emitir un fallo.
No son cuestiones personales con nadie, son circunstancias que desde el punto de vista jurídico son anulables. La ley así lo menciona: uno de los actos del ser humano en una decisión es la voluntad. Y si la voluntad no se manifiesta, obviamente es un acto jurídico viciado, y la ley prevé la posibilidad de nulificarlo.
Todas estas situaciones debe contemplarlas con urgencia el INBA y revisar los actuales procedimientos de asignación de premios, con fondos públicos, en los concursos que hace.
*SU LIBRO ME CAUSÓ DIFICULTADES
Cabe referir que la obra ganadora fue presentada en Cuernavaca el viernes 10 de junio del año en curso, como lo cubrió de manera amplia el suplemento cultural Bajo el volcán (edición del domingo 12 de junio de 2011, número 689, portada y páginas 19, 20 y 29) y que fueron los propios presentadores los que revelaron el origen del libro:
“Llama la atención que ‘El silencio del bosque’ haya sido escrito en el taller llamado “Poesía y silencio”, alusión a esa doble actividad del poeta que sabe arreglar armoniosamente las palabras y sus ritmos y sonoridades, al tiempo que propicia su inmersión en el callado reino de su interior y en el alma de las cosas, como lo dijo Rubén Darío. Allí donde la realidad puede revelar su envés, su otro lado, darnos otra versión del sentido del mundo y estimular la imaginación y la creatividad, la escritura del poema”, expresó el poeta Sergio Mondragón en su intervención al micrófono.
Antes de la lectura de su discurso, Mondragón comentó a los asistentes: “su libro (de Ángel Cuevas) me causó, entre muchas otras cosas, dificultades, porque le decía que encuentro su libro un tanto hermético. Es necesario encontrar una llave para penetrarlo, en mi opinión. Desde luego, una vez descubierta la llave el poema se abre, pero se abre a la interpretación muy personal que puede diferir completamente del sabor que otro lector le encuentra. Pero dicen que no hay libro de poesía difícil, sino lectores perezosos, entonces creo que sí es verdad, porque si uno le busca, si uno insiste, si uno pone su mejor voluntad para compartir eso que el poeta nos está brindando, le encuentra”, afirmó.
En su oportunidad, el joven escritor Alfredo Cabildo leyó el texto “Viaje hacia el árbol”, en representación, dijo, de todo el Taller de “Poesía y Silencio”, y aseguró que “mucho del libro de Ángel proviene de la experiencia que hemos tenido en el taller, junto con el maestro D’Aquino”.
*CUEVAS: ENOJO Y CONFIRMACIÓN
“Soy orgullosamente alumno de Alfonso D’Aquino y quien es nuestro principal asesor editorial en el ICM”, señaló Ángel Cuevas al ser cuestionado sobre la nota publicada en “Bajo el volcán” el domingo 30 de octubre.
“En cuanto a tu nota donde tú dices que yo soy alumno del maestro D’Aquino, lo reitero, lo soy, trabajé este libro durante 8 años en su taller, no es un libro sacado de la nada, de un año para otro o de unos días para otro, trabajé durante mucho tiempo este libro”, añadió.
Aunque no aparecen estos señalamientos en la nota de referencia que causó la molestia de Cuevas, expresó: “No fue publicado por los recursos públicos de ninguna institución, no trabajé este libro con ninguna beca. El maestro D’Aquino es una persona tan rigurosa que, si en el momento en que yo presenté mis primeros materiales él hubiera considerado que fueran publicados, tal vez los habría publicado; en cambio me dijo: ‘esto no’, y lo estuvimos trabajando 8 años que implicaron 8 años de lectura, de trabajo, de reescritura, etc. No es un libro sacado de la nada, es un libro que llegó como finalista a este concurso”, estableció.
“Me preguntas si yo pienso ir a recibir el premio Pellicer tanto a Bellas Artes como a Tabasco, -continuó- y respondo claramente que sí y a mucha honra, porque es el resultado de este trabajo”.
Al mismo tiempo, dijo que correspondía al reportero investigar en qué otros casos, “y de premios de mayor envergadura”, ocurre lo que en su caso, ya que “ésta no es una situación única, excepcional”, afirmó. Lo que olvidó mencionar fue que en este caso, tanto él como D’Aquino radican en el estado de Morelos y por eso se pudo detectar la relación que ha existido entre ambos.
“No sería un reconocimiento a mi persona, a mi librito, es un trabajo colectivo de muchos años de todo un grupo que se llama Taller de Poesía y Silencio”, reiteró.
-Tú consideras que el hecho de que el maestro D’Aquino haya colaborado contigo en diferentes libros, que tú seas su discípulo, que reconozcas que este libro proviene de su taller, ¿no influyó de alguna manera en su decisión?, ¿crees que hubo equidad con el resto de participantes?
-Lo que ya dije hace rato. Mi libro fue finalista, como en todos los concursos hay finalistas, en la terna final hubo otros libros, el maestro Bañuelos incluso no estuvo presente, deliberó telefónicamente y estuvo de acuerdo con el resultado.
UN FALLO “INAPELABLE” DE JURADO SÍ ES IMPUGNABLE
Cabe decir que, aunque en el punto 4 de la convocatoria del referido certamen, se establece que los ocho ejemplares de cada título que decide participar, “podrán ser enviados por los autores o sus editores, por instituciones culturales o talleres literarios”, eso no contradice al hecho de que los miembros de jurado deben mantener la imparcialidad, ni los libera de su obligación de excusarse si la obra procede del taller que dirija cualquiera de ellos, comentó Sotelo.
-El punto 15 de la convocatoria dice que el fallo del jurado es inapelable, ¿qué significa eso doctor Sotelo?
-Eso quiere decir que dentro de la normatividad que rige el procedimiento para llevar a cabo el concurso no prevé ningún medio legal para inconformarse en contra del fallo del jurado, pero la decisión del jurado no tiene por qué estar por encima de otras leyes de interés público, como son el Código Civil Federal o el del estado de Tabasco en todo caso o incluso la Constitución de ese estado o la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Nadie está por encima de esas leyes, y si ahí se establecen medios de defensa, como un juicio de amparo, por ejemplo, por supuesto que un jurado no puede detener que el particular ocurra ante instancias locales o federales para echar abajo su fallo.
Cuando establecen que es inapelable es porque los participantes no se pueden inconformar ante el propio jurado o alguna autoridad interna del mismo concurso, pero eso no sobrepasa las facultades de un juez.
*
SIN RESPUESTAS
Cabe decir que, aunque se le pidió de manera personal y vía electrónica a Ángel Cuevas, proporcionar el medio para contactar al escritor Alfonso D’Aquino, a fin de conocer su versión de la nota publicada en “Bajo el volcán” y para este reportaje, con el propósito de poder brindarle al lector el punto de vista que falta, no ha accedido a ello, ni accedió a enviar por escrito sus puntualizaciones de la primera nota, a pesar del interés periodístico que tiene este asunto.
1 comentario
La Unión de Morelos
presentes
(mucho agradecería publicacrán las siguientes líneas:)
El que firma da testimonio del manejo fraudulento y corrupto en lo que hacen angel cuevas y daquino.
Escudados en que fueron a la universidad, menosprecian al pueblo, a su cultura y a su gente.
Lo reitero,
Cuando, en 2004, concursé en el premio Malcom Lowry de ensayo, luego de que mi trabajo pasara a la etapa de finalista, a mí me ofrecieron daquino y angel Cuevas que les diera la mitad del premio, a cambio de fallar en mi favor.
En su momento lo denuncié con el Arq. Tousseint y le dije los nombres de estos dos personajes, como integrantes del jurado, sin que debiera saberlos, porque era antes de anunciar el dictamen correspondiente. Me confrontaron con Frida Varinia, la entonces directora editorial de ICM.
Lo sostuve.
Lo sostengo.
Lo que resultó entonces es que nada pasó.
Ahora, este enésimo fraude viene en paquetemancuerna, con los mismos personajes, con otras víctimas, pero en detrimento del prestigio de otro importante premio literario.
La cultura recibe una afrenta con este nuevo acto de corrupción.
protesto
me indigna
Convoco a la comunidad intelectual a repudiar este acto de bandalismo contra la cultura y literatura mexicana.
Solicito a las autoridades que investiguen a fondo y se deslinde a los posibles responsables.
Hey
Estimados redactores: La Unión de Morelos presentes (mucho agradecería publicacrán las siguientes… Compartelo!