Entrevistado en el marco de la ceremonia oficial de la promulgación del documento, el descendiente del héroe revolucionario señaló que “francamente los principios del Plan de Ayala todavía no se realizan, muchas están pendientes. ¡Eh!, las leyes constitucionales no se han cumplido como dijo mi bisabuelo Emiliano Zapata, porque muchos no tienen nada, no tienen ni tierra ni libertad real”, por las condiciones que enfrenta el campo y para las cuales se requeriría de mayores apoyos.
Dijo que él en lo personal como ejemplo, este año perdió 65 mil pesos, porque sembró jitomate, chile y pepino, lo cual “se perdió porque no valió nada”.
Expuso que la caja de jitomate tuvo un precio en el mercado de apenas 20 pesos, la sardina de chiles 13 pesos, y la de pepino de 15 pesos, por lo que resultaba más caro recoger el producto que dejarlo perder.
“Pero seguimos en pie de lucha, hacemos como podemos, y pues mejor dejamos ahí la cosecha. Como dice el dicho, la tierra me lo dio, la tierra que se lo coma”, expuso al considerar que serviría al menos de abono.
Narró que cada año se tiene que ir a Estados Unidos a trabajar, aunque ya cuenta con documentación para su estancia legal en el país del norte, trabaja como supervisor y traductor “para juntar mi dinerito y con eso regreso para sembrar al tierra; soy bilingûe, por eso me voy del otro lado y allá trabajo de supervisor y manager, yo les traduzco”, en restaurantes de comida rápida y tiendas de autoservicio.