Juan Antonio Guzmán, presidente de la Ruta Ocho, afirmó que será muy difícil que las 20 rutas y empresas que prestan el servicio colectivo en la zona conurbada puedan cumplir con el plazo que dio la Dirección General de Transportes para la instalación de las barras metálicas, que es en marzo del 2012.
Señaló que la Ruta Ocho ha trabajado por más de un año en la instalación de estos contadores de pasajeros y tan sólo ha podido avanzar 60 por ciento aproximadamente, ya que los costos de la tecnología son muy altos.
Según detalló el líder transportista, por cada vehículo el costo asciende a más de 30 mil pesos, y es una inversión que en este momento no todos los concesionarios pueden hacer, mucho menos en tres meses que es el plazo que tienen.
“Trataremos de hacer todo lo posible. Algunos creemos que podremos avanzar lo más que se pueda, pero no todo depende de nosotros. Es que los costos son muy altos, hasta 25 mil o 30 mil pesos por cada contador de pasajeros. Es por eso que nos hemos retrasado para su conclusión”, apuntó.
Es que además de los costos, los concesionarios del transporte público tendrán que enfrentarse a la negativa de los choferes para la instalación de estas barras metálicas puesto que se les quitará el control total de los ingresos que reciben diariamente por el cobro de la tarifa y en lugar de pagar una cuenta al concesionario, sólo recibirán un ingreso semanal.
No obstante lo anterior, el director general de Transportes, Francisco Alva Meraz, afirmó que todos los concesionarios están obligados a instalar los contadores de pasajeros en las cerca de mil 500 rutas de la zona conurbada del estado, a fin de dar mayor seguridad a los pasajeros. De no hacerlo en marzo, se aplicarán sanciones para los incumplidos, según informó.