Es decir, entre el 30 y 40 por ciento de los juguetes que se venden es pirata y en esa misma proporción son las pérdidas de ventas de los comercios que sí pagan impuestos y venden juguetes originales.
Esto, dijo, es una competencia desleal que no sólo afecta a las empresas dedicadas a este sector, sino que “el impacto mayor se lo lleva el usuario final porque no tiene garantía del producto, ni hay la misma durabilidad ni confianza”, y mientras que “un juguete original puede durar años, uno pirata en dos o tres meses ya está destruido”.
En cuanto al incremento de ventas durante esta temporada navideña, señaló que el porcentaje varía entre el 20 y 40 por ciento de acuerdo con el rubro del que se trate, ejemplificando que “los rubros que más venden son quienes se dedican al mercado de la venta de alimentos, luego los que se dedican a la venta de ropa, juguetes y zapatos”.
López Laguardia insistió en que la inseguridad que se vive en el estado ha sido un factor determinante en la merma que han tenido los establecimientos, y en este sentido, “hemos tenido fuertes pérdidas”, al resaltar que en comparación al 2010 “estamos en el mismo nivel ya que las ventas no tuvieron un despunte sino al contrario, la gente es más reservada para salir a comprar y cuando lo hacen, es en menor cantidad”.