Uno de los puntos más destacables de la cumbre es la importancia de la mujer en tareas pesadas en las áreas rurales. Reconoce que no se puede lograr un progreso importante en la reducción de la pobreza a menos que se haga mayor inversión en las mujeres, quienes constituyen el 50% de la humanidad.
A las 10 am en punto entró al recinto Bill Gates, fundador de la Fundación Bill & Melinda Gates, su discurso se centró en la importancia del apoyo a la inversión en la agricultura como la mejor arma contra el hambre y reconoce que se necesitan al menos 10 años para ver el impacto del desarrollo agrícola. También comentó que la “clave” es el apoyo a pequeños agricultores para el desarrollo de nuevas metas contra el hambre. “Necesitamos aprovechar la revolución digital para beneficiar a la gente que más la necesita”.
Después del discurso compartió sus puntos de vista a través de las preguntas que le realizó Isha Sesay, discutiendo la importancia de la agricultura y cómo mejorar una productividad sostenible que reduzca la pobreza. Gates retó a los actores mundiales y los gobiernos nacionales a adoptar un nuevo enfoque para ayudar a los pequeños agricultores a producir más al mismo tiempo que proteger el medio ambiente, enfocado a construir una autosuficiencia.
Gates cuestiona el rol que debe cumplir la empresa privada en el apoyo a pequeños agricultores, el problema es que el sector privado no busca suficiente innovación porque los riesgos son demasiado altos y a largo plazo. Sin embargo anunció que su fundación donará 200 millones a este propósito. Ya lo hizo anteriormente en África y Asia promoviendo la agricultura productiva.
El FIDA se compromete junto a la Fundación Bill & Melinda Gates a construir fuertes relaciones en el fomento a la investigación agrícola y el desarrollo de las regiones con más pobreza en el mundo.
La sesión que formalmente clausurada con la bienvenida a dos nuevos países al FIDA, Estonia y Sudan del Sur.